Democratizar el conocimiento
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Es toda energía, común de las personas que están apasionadas por el trabajo que realizan, salta con facilidad de un tema a otro para argumentar un punto, ejemplificar e incluso poner color a la entrevista, una que disfrutamos mucho con la encargada de las acciones Ambientales, Sociales y de Gobernanza de Citibanamex.
Las labores sociales y culturales del Banco Nacional de México siempre fueron enormes, los directivos de los distintos brazos (llamados en algún momento ‘fomentos’) estaban lo mismo en una zona de desastre en Haití, haciendo alianzas con productores locales en las ‘fábricas de lluvia’ en la zona Izta-Popo o gestionando los increíbles libros culturales con parte de su colección de arte.
Como en todo el espectro financiero en México, la evolución de las tareas de responsabilidad social se han ido profesionalizando por un lado y por otro, han ido permeando las mismas actividades inherentes al negocio, lo mismo en créditos, financiamientos y en la búsqueda de nuevos negocios.
“Soy la Directora de ASG de Citibanamex, un puesto que se ha ido haciendo mucho más sólido con los años. Primero éramos el área llamada Ciudadanía Corporativa, que estaba enfocada en la transparencia de los resultados del banco. Por un lado teníamos el área de sustentabilidad que estaba trabajando con los productos, capacitando internamente y demás, pero básicamente Ciudadanía se enfocaba en obtener los datos y publicarlos”.
A partir de 2018 comenzaron a analizar la forma en que impactaban los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “empezamos a analizar qué se estaba haciendo en el grupo desde la parte del negocio, cómo se hacía y si se hacía bien, si se hace bien desde la perspectiva de sostenibilidad o no, a medirlo y a entender cómo estábamos, entonces a partir del 2019 lanzamos la estrategia de Ciudadanía Corporativa y en 2021 se crea el
área que en su momento se llamaba Ciudadanía Corporativa, Sostenibilidad y Voluntariado”.
Nuevo enfoque
El área, dentro de Compromiso Social, ya no estenfocado en la comunidad, “porque para eso existen los Fomentos, Educación Financiera, nosotros somos un área que atiende al banco, nuestro cliente es el banco. Así comenzamos a trabajar de manera transversal, con Afore, Seguros, Crédito, con ellos hacemos nuestras estrategias”.
Hacia el exterior “ha sido bastante interesante porque lo que ha logrado voluntariado y muy alineado, eso se perdió un tiempo con la pandemia; hoy lo estamos retomando, el tema de educación financiera. Lo que logras es que personas que trabajan en un banco, desde diferentes posiciones, puede ser que sea operativo, que esté en una caja en alguna sucursal, o que simplemente tú seas el de compliance, te vuelvas un tallerista de información financiera y
puedes capacitar desde niños, adultos mayores, y jóvenes”.
Marité relata que en los ocho años que lleva en el área “ha sido impresionante el cambio de conciencia de la gente que se vuelve el inversionista, que se vuelve el cliente, que se vuelve el consumidor, podemos decir claramente que la pandemia fue un parteaguas en eso, venía una tendencia muy clara y vamos avanzando mucho en estos temas pero la pandemia lo que nos hizo fue replegarnos en nuestras casas, ver lo que estaba sucediendo sin el acelere de solo salir de la oficina, al coche, ir a trabajar y regresar. Como que estar en tu casa y de repente hacer un poco de consciencia cambió, creo que cambió muchísimo y nos ha permitido ser más exigentes, conocer más, aprender mucho más, como te digo, como individuo qué puedes hacer, qué puedes exigir, qué puedes exigir no solamente a tu banco sino también a tu tienda de consumo, a tu gobierno, eso ha sido para mi super importante y super relevante para estos cambios”.
Motivadores externos
Marité se refiere a ‘el Negocio’ como el conjunto de actividades que generan dividendos para el grupo, mismo al que ha sumado a adoptar un nuevo enfoque, pero no siempre porque su área fuera a capacitarlo o a convencerlo que hay una forma distinta de operar. “desde ‘el negocio’ volteaban y pedían ayuda porque lo estaba pidiendo el cliente. Eso obviamente empuja mucho más este tema y lo hace mucho más obvio y tangible para todos.
“Algo que me gusta mucho en la estrategia que tenemos en el banco, que no solo toma lo ambiental sino lo social que todavía es más complejo, y mucho más complicado, estamos viendo el tema de personas con discapacidad, y hoy vengo de una reunión vimos que, la población mundial de personas con discapacidad es la población de China, representan a China. Y de una manera muy fría nos preguntamos ¿cómo no va a ser negocio?”
Marité ejemplifica con una sucursal en otro país donde el banco puso a una persona a atender clientes con discapacidad auditiva y al poco tiempo se volvió una sensación porque clientes con esta discapacidad comenzaron a trasladarse más con tal de ser atendidos ahí. “Todo es un negocio, la realidad es que todo se vuelve un negocio, as esta es una cosa tangible tan chiquitita, pero creo que lo que también estamos viendo y sé que este suena a speech de Greta Thumberg, en realidad si no logramos salvar este mundo no ha a haber negocio para nadie”.
El negocio pequeño, que suma
A cargo de Marité también está el trabajo de resiliencia, aliados con Arise, “somos parte del grupo de inversiones, y ahí trabajamos con las Pymes, lo empezamos en la pandemia, fue parte de trabajar con Pacto Mundial y CCE”.
Desde uno de los bancos más grandes de México, quizá el negocio de las Pyme podría sonar poco interesante, pero “empezamos a ver el reto que era toda la cadena de suministro; nosotros somos estos grandes instituciones con muchos colaboradores y grandes edificios, pero dependemos de la cadena de valor y nuestros proveedores son muchas veces estas Pymes, empresas familiares que si no empiezan a subirse en este tema y a subirse me refiero a ser conscientes de cómo emplean a la gente que tienen, ser conscientes de que la electricidad cada vez va a ser más cara, eso le va a pegar a sus costos y eso le va pegar a sus precios, nos van a subir los costos a nosotros y no vamos a estar dispuestos y entonces nos vamos a ir con la empresa que tenga paneles solares porque no nos va a meter ese costo en los pagos”.
Las Pymes representan 70% del mercado en el país “y si no logramos que sobrevivan y si dejamos que estas grandes instituciones se las coman porque son los que traen la energía limpia los que van a sobrevivir esta sostenibilidad porque ya todo va a tener que ser mucho más amigable, pues vamos a dejar a mucha gente sin empleo”.
Presión social
Durante la pandemia se vieron casos donde las empresas comenzaron a despedir a sus empleados de forma masiva, de manera terrible “nadie teníamos un plan, pero hubo reacciones bastante malas y a ello, sobretodo en Europa, el público respondió dejando de consumir a estas compañías con estas reacciones tan negativas
en lo social”.
De ahí que las empresas se sensibilizan en temas sociales y medioambientales “porque nos dimos cuenta del poder que tenemos como individuos, de verdad estos pequeños pasitos que yo sé que cada vez se están viendo como mucho más masivos. Y creo que eso es lo que está comenzando a mover esto”
‘El negocio’, como le llama Marité, “lo está entendiendo cada vez más. Ya no nos ven, eso es para mí súper importante y para nosotros tenemos reuniones con ellos, hicimos unos grupos de trabajos internos, por ejemplo, eso fue un reto”.
A veces los pasos se dan más largos, “en nuestros grupos de trabajo de inversión está Afore, donde ya son expertos en estos temas, porque están regulados y cuentan incluso con un Chief ESG Officer”.
Manuel Romo, Director General de Citibanamex les ha pedido que se hablen de estos temas, “para que podamos hablar el mismo idioma y entonces de ahí poder generar ideas”. Chavira da cuenta de los avances con las área de Financiamiento, Banca Corporativa y Pymes.
El tema de mujeres en Pymes es otro gran ejemplo de un impacto social, demandado por el publico con mucho sentido para el grupo financiero y su crecimiento, “el que Pyme haya elaborado productos para mujeres no fue porque vino ESG a decirles que era padrísimo, “se dieron cuenta de la cantidad de mujeres empresarias que
hay en el país, y que no es el tema que quieran una tarjeta rosa y que salgan en la foto, lo que ellas quieren es negocio y la verdad es que cada vez se ve mucho más eso”.
Un mismo barco
“Los pequeños cambios son los que de verdad van a empezar a mover la aguja porque también ya el regulador lo está viendo. Se necesita, cada vez hay más pláticas, tenemos que aterrizarlo, y en un tema que yo he criticado muchísimo, que está mal, es que nos volvimos estos expertos, soy la experta en sostenibilidad para un banco de 40 mil personas, no necesito eso, yo necesito que las 40 mil personas entiendan de qué va”.
Marité Chavita pone a juicio su mismo papel como experta, porque lo que quiere es dar a entender la importancia de su trabajo en tanto a la adopción de medidas que nos lleven a un planeta más limpio y justo, no volverse “un grupo de selectos que representan la cereza en el pastel, así esto no crece y necesitas que lo entiendan para que lo exijan, para que lo pidan, para que puedan ejercer esta presión, yo creo en eso, poderlo hacer masivo y dejar de hacerlo como una élite”.
El Crédito Verde de Citibanamex, ideado cuando Marité todavía no llegaba al área, es otro buen ejemplo de cómo se han acelerado las estrategias dirigidas a las ODS, “‘el negocio’ nos decía: ‘¿quién me lo va a pedir?’ el reto fue, antes de sacar el crédito, ¡nos echamos dos años! El área de sotenibilidad, no ‘el Negocio’, yendo con las cámaras, con la de autopartes, la de refrigeradores para comidas, de lácteos, con todas las cámaras para explicarles: si haces un análisis de los gastos que ejerces porque no cambiaste el refrigerador hace diez años y el refrigerador consume mucha energía, o si pusieras paneles solares en tu fábrica, lo que representaría en ahorro”.
Después de todo ese análisis, ese trabajo de dos años, cuando llegaron con ‘el Negocio’ enseñaron los números, la agenda interesada, y señalaron las cámaras que estaban dispuestas. El producto salió y le ha ido bien.
En contraste, “cuando sacamos la estrategia de ciudadanía, se lanza en 2019, viene la pandemia en 2020, entonces nosotros desde casa trabajamos con las áreas pidiendo información y 2021, enero, fue ‘necesito metas ESG necesito que la primera línea tenga metas’. Eueron las metas de financiamiento ambiental, de inversión, de capacitación porque también ese es un tema capacitar a banqueros y clientes. Esto tomó un mes, de sentar al director, pero claro, ya había habido una pandemia, ya venía creciendo el tema de bonos, sí creo que el brinco exponencial ha sido los últimos, yo llevo ocho años aquí y los últimos tres años ha sido impresionante”.
Para finalizar, Marité refiere que “el sueño dorado de un banquero es hablar con empresas de energía o de petróleo, en temas de expertise, porque se tienen que mover, sí creo que son este sector muy avanzado, yo creo que a la par del financiero de entender el tema, no sé si están bien o mal, pero sí entenderlo. Es el sueño de decir. ‘puedo hablar de un bono, vamos a hablar de una emisión’ porque es el idioma común. El reto es que nosotros tenemos que llevar esta información, claro que es un buen negocio pero que se entienda, porque también es un buen negocio para ellos, claro que nos conviene a nosotros, si no no lo ofreceríamos, pero poder lograr que el cliente entienda esta vertiente de cómo le funciona a él, es un reto que viene mucho para la banca”.