Avanzando hacia un futuro energético sostenible: Desafíos y oportunidades en México
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El mundo se encuentra en un camino hacia una economía más sostenible y menos contaminante, donde la integración de la energía renovable emerge como una prioridad clave para numerosos países. Sin embargo, este proceso no está exento de desafíos, desde cuestiones técnicas y regulatorias hasta consideraciones económicas. Uno de los mayores desafíos que enfrentan los gobiernos es el financiamiento de proyectos de energía renovable, como la electromovilidad o el hidrógeno verde, lo cual requiere una colaboración estrecha con el sector empresarial.
México se sitúa en la decimotercera posición a nivel global en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que ha impulsado el establecimiento de un objetivo ambicioso de reducir estas emisiones en un 35% para el año 2030. Es crucial destacar que el sector manufacturero es el principal contribuyente a estas emisiones, representando más del 18% del total, principalmente debido a su consumo energético en el año 2022.
El aumento en la demanda de energía eléctrica, impulsado por el crecimiento industrial, resalta la urgencia de modernizar la infraestructura eléctrica en México. La transición hacia fuentes de energía renovable se vislumbra como una solución sostenible. Sin embargo, existen retos para alcanzar las metas de generación renovable para 2024, lo que requiere inversiones significativas y una mayor promoción de la generación distribuida.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), se plantea una transición gradual, proyectada entre los años 2033 y 2036, para transformar una capacidad total de 1 mil 24 megavatios de plantas de ciclo combinado. Esta iniciativa implica el uso de una combinación de 70% de gas natural y 30% de hidrógeno verde en el proceso de generación de electricidad de estas plantas, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Quartux, una empresa especializada en temas de energía, comparte los principales desafíos de migrar hacia las energías limpias y asegurar que el proceso sea eficaz e incluyente para todos los sectores:
- Enfatizar el bienestar de las personas: Cerrar las brechas de acceso a la electricidad, prevenir la exposición a la contaminación del aire en los hogares y generar empleos en el sector de energías limpias son aspectos cruciales para mejorar la calidad de vida.
- Impulso a prácticas de ahorro en la planilla laboral: La optimización del consumo energético es fundamental y los líderes empresariales pueden promover una mentalidad de ahorro entre sus empleados.
- Fomentar inversiones: Permitir la participación del capital privado en el sector energético puede impulsar la actualización requerida y promover un modelo sostenible.
- Implementación de baterías de ion litio inteligentes: Estas baterías pueden almacenar energía generada por fuentes renovables y contribuir a mantener la estabilidad de la red eléctrica.
México enfrenta el desafío de armonizar la creciente demanda de energía con la necesidad de adoptar tecnologías más limpias y sostenibles. La colaboración entre el sector público y privado, respaldada por inversiones estratégicas en infraestructura y tecnologías, es crucial para cumplir con los compromisos ambientales y asegurar un futuro energético sostenible para el país. La transición energética implica un proceso complejo, pero con un enfoque claro y una colaboración efectiva, México tiene la oportunidad de destacarse como un actor relevante en el escenario energético mundial.