Riesgos y Desafíos: La crisis del agua en la Megalópolis mexicana
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La Ciudad de México, una de las metrópolis más grandes del mundo con una población de más de 22 millones de habitantes, se encuentra en medio de una preocupante crisis de agua. Originada por dificultades geográficas e infraestructurales, esta crisis se ha agravado en los últimos años debido a lluvias escasas, períodos prolongados de sequía y un aumento en las temperaturas, desafiando un sistema hídrico ya sobrecargado y generando dificultades para satisfacer la creciente demanda.
Según datos recientes de la OCDE, el consumo per cápita de agua en México fue de aproximadamente 697,000 litros en 2021. Aunque esta cifra se ha mantenido relativamente estable en las últimas dos décadas, México sigue siendo uno de los mayores consumidores de agua a nivel mundial.
La Global Water Partnership (GWP) informa que casi un tercio de los recursos hídricos del planeta se encuentran en Sudamérica. Sin embargo, países como Brasil, Colombia y Perú, aunque tienen abundantes recursos hídricos, también muestran los índices de consumo más elevados, con aproximadamente dos y 1.7 millones de litros por persona, respectivamente, casi el doble que en México.
Aunque la región latinoamericana cuenta con una rica disponibilidad de agua, un estudio del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) señala que la mayoría de los países de la región tienen un riesgo medio de vulnerabilidad a la sequía, destacando la necesidad de una gestión más eficiente y sostenible del recurso.
El consumo privado de agua en la Ciudad de México abarca una variedad de usos, desde la higiene personal hasta la actividad industrial, incluyendo lavandería, descarga de inodoros y lavavajillas. Estos datos resaltan la importancia de implementar medidas de conservación y eficiencia en el uso del agua, tanto a nivel individual como industrial, para abordar la crisis actual y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.