La bicicleta, pedaleo rumbo a un ambiente sustentable
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Hasta hace poco, trasladarse en bicicleta en las grandes ciudades del país era, además de extraño, muy peligroso, debido a la infraestructura nimia para dicha actividad; sin embargo, el exceso de tránsito vehicular y, en consecuencia, las complicaciones para ir de un lugar a otro en coche, así como el daño al ambiente por la enorme suma de contaminantes, orilló a recurrir a uno de los medios de transporte más antiguos, sencillos, rápidos y divertidos.
Así, la primera iniciativa en el país se dio en la Ciudad de México, con el sistema Ecobici en el 2010, convirtiéndose en el proyecto inaugural de América Latina al iniciar con 85 estaciones y mil 114 bicicletas.
Antecedentes
Este propósito fue la consecuencia de otros surgidos con antelación en distintas partes del mundo. El primero se dio en Ámsterdam, en 1965, cuando un grupo de activistas puso en marcha el Witte Fietsenplan (Plan de las bicicletas blancas). Aunque el esfuerzo no surtió el efecto esperado, fue el germen para otras iniciativas, como el programa Bycyklen, que en 1995 se echó andar en Copenhague. Un año después, en Reino Unido se creó Bikeabout, una modalidad exclusiva para estudiantes. En 2005, en Lyon se puso en marcha el Vélo´v; y en 2008 se lanzaron dos sistemas más: el SmartBike DC en Washington y otro que operaba mediante big data en China.
Hoy en día, la red de Ecobici ha desplegado de manera exponencial. Después de 14 años de instaurarse, “pueden ver cómo creció. Llegamos a 9 mil 300 bicicletas. Es muy impresionante que tenemos 65 mil viajes diarios en promedio, lo que movería algunas líneas de transporte masivo al día”, informa Salvador Medina Ramírez, subsecretario de Planeación, Políticas y Regulación de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi).
Hacia la sostenibilidad
Aunque la rapidez fue la primera razón por la que los habitantes de la capital del país decidieron cambiar el coche por la bicicleta, el medio ambiente lo agradeció.
“La bicicleta junto con la caminata, son las únicas dos formas de movilidad que no generan emisiones contaminantes”, indica el doctor Amado Crote, especialista Senior en Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por su parte, Johanna Beate Wisluch, coordinadora del Programa de Ciudades y Transporte de la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable México (GIZ, por sus siglas en alemán), explica que “el uso de la bicicleta mejora la calidad de vida de los usuarios, pero también de los ciudadanos. Primero, por reducir el tránsito vehicular; segundo, por disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, y tercero, por menguar el ruido ambiental”.
Lo cierto es que, al utilizar este medio no motorizado, mejora la calidad del aire y con base en el Acuerdo de París, la bicicleta juega un papel importante en cuanto a los compromisos de sostenibilidad, tal como lo reitera Amado Crote: “Es la reducción de emisiones del sector transporte. En definitiva, movernos en bicicleta abona a reducir emisiones, porque son viajes que cambian de modo, ya sea de vehículo particular o de transporte público hacia la bicicleta, entonces contribuimos con el Acuerdo de París”.
Una alternativa urgente
Según estudios del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), México se ubica entre los 10 primeros lugares de todo el planeta en cuanto a emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el sector transporte, el cual es responsable de la emisión de 148 millones de toneladas de CO2 y representa la segunda fuente de emisiones de GEI, después de la generación de electricidad.
Con base en lo anterior, organizaciones no gubernamentales se han preocupado por implementar esquemas que contrarresten el deterioro ambiental provocado por el transporte. El BID dio a conocer el resultado de unos estudios en los que se indica que el transporte es un factor clave para la transición climática, pues representa entre el 25% y el 40% de las emisiones totales de cada país. De ahí que el sector del transporte sea clave para la transición hacia economías con menores emisiones de carbono.
En este escenario caótico, la bicicleta entra en juego. “Con las secretarías del Medio Ambiente y Movilidad de la Ciudad de México de la administración anterior (2012-2018), realizamos un programa para identificar en dónde se tenía que construir infraestructura, básicamente carriles confinados para uso de bicicletas y mucho de ese programa lo retomó la siguiente administración”, comenta el especialista Senior en Transporte del BID.
Agrega que también llevaron a cabo a nivel nacional en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) “la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial enfocada al transporte sostenible, principalmente el uso de la bicicleta”.
Por su parte, la GIZ ha realizado sinergias con diversas instancias gubernamentales, tanto federales como estatales, para fomentar el transporte sustentable. Un ejemplo es el programa “Verde que te quiero verde”, un documento elaborado en 2021 que pone de manifiesto las buenas prácticas de movilidad urbana sostenible en México, entre éstas, el uso de la bicicleta.
“Estamos en México trabajando desde hace 40 años desarrollando el tema de movilidad sustentable”, enfatiza Johanna Wisluch.
Infraestructura ciclista
Desde luego, la infraestructura ha sido determinante para que más personas decidan tomar el manubrio y dirigirse a sus destinos, ya sea de trabajo o de estudio. Sin lugar a dudas, lo construido en la Ciudad de México es de vanguardia en el país.
“La infraestructura ciclista está compuesta por diversos tipos: tenemos la ciclovía que es un carril exclusivo confinado; también están los ciclocarriles, los carriles bus-bici que son los de transporte público más las ciclovías, las ciclovías direccionales, las ciclovías de prioridad, los espacios ciclistas de prioridad y los senderos compartidos”, explica Salvador Medina Ramírez.
El funcionario de Semovi agrega que “parte de las tipologías las construye el gobierno central, generalmente vías primarias, y las alcaldías, por lo regular, crean su propia infraestructura en vías secundarias”.
Del mismo modo, comenta cómo se han incrementado las vías para los amantes del transporte de dos ruedas: “En la administración 2018-2024 alcanzamos aproximadamente los 535 kilómetros de infraestructura ciclista y buena parte de ellos fueron construidos por el gobierno central, alrededor de 244 kilómetros. Durante esta administración, es muy probable que se haya construido la mayor cantidad de kilómetros”.
Y es que un buen proyecto vial para el uso de la bicicleta es un incentivo determinante. “Se ha demostrado que tener una infraestructura ciclista adecuada ayuda a fomentar la seguridad vial, reducir siniestros de tránsito y también impulsar el uso de la bicicleta como un medio de transporte más allá de lo recreativo desde una perspectiva social”, manifiesta la coordinadora del Programa de Ciudades y Transporte de GIZ México.
Mejores ciudades con bici
El uso de la bicicleta se ha extendido a diversas ciudades del país. Con base en el más reciente Ranking Ciclociudades de México (2023) que realiza el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), al evaluar a 39 ciudades mexicanas, los sitios mejor posicionados a partir de los kilómetros de ciclovías, fueron los siguientes: CDMX (316.9), Querétaro (307.9), León (293.5), Aguascalientes (230.2) y Puebla (150.9).
“Afortunadamente hay muchas ciudades que ya tienen más viajes en bicicleta; lo sabemos, es cuando llevas infraestructura, como Guadalajara o Puebla. Cuando construyes infraestructura para el auto, vas a tener autos; cuando construyes infraestructura para la bicicleta, vas a tener bicicletas, es algo que nosotros llamamos, los economistas, demanda inducida”, expresa el especialista Senior en Transporte del BID.
Beneficios
Andar en bicicleta no solo permite el traslado fácil y sustentable, sino otras ventajas: “El objetivo per se es una mejor movilidad y esto tiene diversos beneficios asociados: flexibilidad, comodidad en términos generales. Está asociado a la salud personal, pues pedalear te activa el cuerpo y entre más pedalees se vuelve un ejercicio”, advierte Salvador Medina Ramírez.
En tanto, Amado Crote señala que “en México y en muchos países de la región, están aumentando los problemas de obesidad, y la bicicleta junto con la caminata, es una forma fácil de evitar esa enfermedad si lo hacemos de manera cotidiana, si logramos movernos más de 30 minutos a pie o en bicicleta”.
Además, añade que “en la bicicleta conocemos la ciudad de una forma más bonita. Es un modo divertido de movernos.
“También cuando andas en bici, llegas contento, con más ganas de trabajar, con adrenalina, y con el coche no, porque vienes harto; en el Metrobús o en el Metro vienes todo engentado, sudado, entonces la bici tiene todos los beneficios que ya decía y la gente, por fortuna, la está utilizando”.
Aunado a lo ya dicho, Johanna Wysluch advierte que “disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejora la salud mental y reduce la incidencia de enfermedades respiratorias”.
De igual forma, resalta el asunto financiero: “El uso de la bicicleta es una alternativa de transporte mucho más económica, tanto para los individuos como para las ciudades. Los costos de mantenimiento y operación de una bicicleta son significativamente menores que los de un automóvil”.
Lo que falta
Pese al avance en cuanto a infraestructura, aún existen algunos cabos sueltos para hacer más eficiente la actividad ciclista, como la seguridad, la falta de respeto a los espacios destinados a las bicicletas, la irresponsabilidad de algunos ciclistas que no responden a los señalamientos viales. Incluso, el especialista del BID subraya que debería existir algún programa de regaderas en los sitios de trabajo para que la gente llegue a bañarse después del viaje en bici.
Divertida, económica, rápida y sustentable, la bicicleta es el mejor recurso para moverse de manera sencilla. Con probarlo una vez, la experiencia se convertirá en una ecológica y fascinante adicción.
- Números en CDMX
En 2017-2018 se estimaban alrededor de 267 mil viajes en bicicleta en la Ciudad de México, no en el Área Metropolitana. Y en 2024, el cálculo indica que existen 456 mil viajes en bicicleta al día. El incremento es de 71%.
Fuente: Semovi
- Otros elementos que contribuyen
En CDMX, la infraestructura ciclista está acompañada de otros elementos:
- Biciestacionamientos masivos y semimasivos, ubicados generalmente en estaciones de metro.
- Paseo dominical, todos los domingos del año.
- Ciclotón, una vez al mes.
- Biciescuelas, con distintas sedes para toda la familia. Aprender a manejar la bicicleta y cosas básicas sobre su uso.
- Biciescuelas para operadores de transporte público y de camiones de carga.
Aprender las reglas básicas de convivencia con un ciclista: qué es ser un ciclista y cómo sensibilizarse con él.
Fuente: Semovi
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