La economía mexicana enfrentó un revés comercial en abril de 2025 al cerrar el mes con un déficit de 88 millones de dólares, tras haber reportado un sólido superávit de 3,442 millones en marzo. El cambio en el saldo obedece a dos factores principales: la caída del superávit en productos no petroleros y un fuerte incremento en el déficit petrolero, que casi se cuadruplicó en un mes.
Las exportaciones totales sumaron 54,296 millones de dólares, un crecimiento anual de 5.8%. Este aumento deriva de un alza de 6.6% en exportaciones no petroleras, mientras que las petroleras cayeron 13.2%. Dentro de las ventas no petroleras, destacó el dinamismo de los envíos al resto del mundo (11.7%), por encima del crecimiento hacia Estados Unidos (5.7%).
En contraste, las exportaciones manufactureras automotrices mostraron una contracción de 7.1%, en medio de un entorno de desaceleración del sector, mientras que las manufactureras no automotrices crecieron 14.3%.
Las barreras arancelarias impuestas por Estados Unidos empiezan a reflejar un deterioro de los envíos al exterior, particularmente con nuestro principal socio comercial quien mantiene una cuota de participación del 26.16% en las exportaciones automotrices, las cuales muestran un modesto declive (-3.9% anual).
En este sentido, analistas de Monex Grupo financieros observan que el balance de riesgo se mantiene sesgado a la baja, ante el volátil entorno comercial y la incertidumbre por el lado de la confianza empresarial. Consideran que hacia el futuro, “persiste un sentimiento de cautela, por lo que será clave una mayor consolidación de acuerdos bilaterales y con los socios del T-MEC, con el fin de atenuar las repercusiones de las medidas arancelarias”.
Aumentan las importaciones petroleras
Del lado de las importaciones, se registró un valor total de 54,384 millones de dólares, lo que representa una caída anual de 1.2%. Esta cifra esconde dinámicas divergentes: una contracción de 4.2% en importaciones no petroleras y un alarmante incremento de 47.0% en las petroleras, vinculado al alza de precios y volumen importado.
Ajustadas por estacionalidad, las cifras mensuales también reflejan deterioro: las exportaciones retrocedieron 0.86% respecto a marzo, mientras que las importaciones avanzaron 1.24%, impulsadas principalmente por un salto de 45.56% en las compras de productos petroleros.
En el acumulado de enero a abril de 2025, las exportaciones crecieron 4.5% anual, sostenidas por las no petroleras (5.7%), aunque las petroleras acumulan una caída del 20%. En el mismo periodo, las importaciones crecieron marginalmente 0.6%, impulsadas por un alza de 10.5% en las petroleras.
Este cambio de tendencia comercial podría generar nuevas presiones sobre la balanza de pagos y la dinámica cambiaria, particularmente si se mantiene el desequilibrio petrolero y la debilidad en sectores clave como el automotriz.