Riesgo climático y la industria de los hidrocarburos
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En su nueva edición del Global Methane Tracker 2022, la Agencia Internacional de Energía (AIE) asegura que las emisiones de metano de la industria petrolera han crecido casi 5% con respecto a 2021 y que dichas emisiones son 70% mayores a lo que los gobiernos están reportando. Esto es un retroceso hacia la meta del Global Methane Pledge de reducir en un 30% las emisiones de metano para el 2030 respecto a los niveles del 2020. De no corregir el rumbo, lo que está en juego es la sostenibilidad de toda la industria (upstream, midstream y downstream). En este one-pager abordamos la encrucijada en la que se encuentra la industria desde el concepto de Riesgo Climático y proponemos algunas acciones para sortear el cambio que viene.
Riesgo Climático para la industria petrolera: los activos varados
Es bien sabido que las emisiones de metano están presentes en la industria petrolera desde el pozo que extrae el gas hasta la instalación y equipos que utilizan los consumidores finales. Sin embargo, en el día a día, muchos operadores no controlan sus emisiones al poner el criterio financiero de corto plazo por encima de un principio de sostenibilidad a largo plazo. La industria petrolera enfrenta riesgos potenciales que amenazan su viabilidad económica. Estos riesgos pueden ser de tres tipos: transición, regulatorio y físico.
El riesgo climático y la creciente actividad en innovación tecnológica que lo acompaña, representan la principal amenaza para la industria petrolera pues se espera que se genere una gran cantidad de activos varados (stranded assets). Cientos de miles de millones de dólares invertidos en activos con altos costos de producción y con mayor riesgo climático serán los primeros en quedar varados (refinerías, proyectos petroleros con costos de extracción elevados, proyectos que no controlen emisiones de forma económica, entre otros).
¿Existe una solución al riesgo climático de la industria de hidrocarburos?
Nosotros creemos que sí y que se necesitan al menos dos líneas de acción: La primera es la creación acelerada de una industria de servicios para detectar super-emisores de metano con tecnología terrestre, aérea o incluso satelital para las empresas operadoras de upstream, midstream y downstream. Una solución viable sería replicar el modelo de esquema cooperativo de Helix u Oil Spill Response (donde un grupo empresas se une para invertir en el desarrollo de capacidades e infraestructura compartida para contener derrames o accidentes costa afuera), a soluciones para la detección oportuna y el control de las emisiones.
La segunda es la adopción de un sólo estándar para reportar emisiones de metano. Históricamente la industria petrolera se ha caracterizado por mantener un manejo estratégico de la información, pero ese comportamiento parece ser contradictorio con la necesidad de transparentar y reportar las emisiones de metano de manera objetiva y veraz. El Oil and Gas Methane Partnership (OGMP 2.o) es la metodología más adecuada para reportar las emisiones de metano que consiste en
5 niveles de reporteo que van incrementando el detalle y granularidad de la información reportada.
Conclusiones y recomendaciones
El Riesgo Climático es la principal amenaza para la industria de hidrocarburos y la probabilidad de dejar miles de millones de dólares en activos varados es alta . Dos líneas de acción son necesarias más no suficientes: la primera es empezar a controlar las emisiones de metano y la segunda es adoptar una metodología objetiva de metano como el OGMP 2.0. Ambas medidas requieren de una gran capacidad de liderazgo y colaboración de toda la industria.