Perspectiva de 2023 para el sector petróleo y gas
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Es importante considerar los riesgos de las alzas de precios y las consecuencias de nuevas medidas monetarias por parte de los principales bancos centrales. Además, la realidad es que la pandemia sigue siendo un riesgo difícil de mitigar que podría frenar el crecimiento dependiendo del alcance de las medidas para reducir los contagios. Y, una más, los cuellos de botella de las cadenas de suministro no se resolverán en el corto plazo.
Ante esto, en 2023 se pronostica crecimiento de la demanda de petróleo a la par de que es posible esperar una la caída de los inventarios mundiales del hidrocarburo a principios del año, lo cual precipite un alza de los precios del Brent por encima de los $90 dólares por barril a principios del segundo trimestre.
Anteriormente, en ese pasado remoto prepandemia, los precios del petróleo solían tener una oscilación estacional predecible: se esperaban alzas en la primavera a medida que los productores anticipaban la demanda alta durante verano. Una vez que la demanda alcanzaba su punto máximo, los precios solían caer en otoño e invierno.
De cara a 2023, los precios seguirán siendo extremadamente volátiles. Varios factores jugarán un rol importante: el embargo petrolero a Rusia, la caída en la producción de OPEP+, una menor disponibilidad de shale en Estados Unidos, la escalada de inflación, la caída en la demanda en China y una potencial recesión mundial serán factores que ejercerán más presión sobre los precios mundiales.
El sector petrolero global en 2023 estará influenciado por esos cambios económicos, sociales, de salud pública y geopolíticos por lo que se podrá observar desajustes oferta y demanda en muchas regiones.
La guerra en Ucrania
Rusia es el tercer mayor productor de combustibles líquidos y petróleo, por lo que cuando el país invadió Ucrania a fines de febrero de 2022, tuvo un impacto inmediato en los precios de los futuros del Brent. A medida que el conflicto continuó, los precios del crudo han tomado una trayectoria ascendente, alcanzando casi $130 dólares por
barril a principios de marzo, y manteniéndose muy por encima de $100 por buena parte del verano.
Estados Unidos
La pandemia y los eventos naturales siguen afectando el mercado petrolero estadounidense. Primero se experimentó una caída en la producción tras el paso del huracán Ida, ya que la tormenta cerró al menos nueve refinerías.
La Agencia de Información Energética de EUA (EIA) estima que la producción promediará 12.01 millones de barriles diarios en 2022 y 12.95 millones en 2023.
Producción de la OPEP
Los aumentos del precio del petróleo también reflejan las limitaciones de suministro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los países socios de la OPEP. En 2020, la OPEP redujo la producción de petróleo debido a la disminución de la demanda durante la pandemia. Posteriormente la producción de petróleo aumentó gradualmente, pero las interrupciones de la cadena de suministro a fines de 2021 afectaron el comercio mundial, por lo que se generaron desbalances sobre todo en Asia.
En su reunión de octubre de 2022, la OPEP declaró que ajustaría la producción de petróleo a la baja a partir de noviembre de 2022 en 2 millones de barriles por día (mb/d), lo cual implica un recorte de cerca de 2% de la producción mundial.
Gas natural
Los países de Asia en general dependen del carbón para la generación de electricidad, pero la escasez reciente ha presionado por una reconversión al gas natural. Las temperaturas más altas en partes de Asia y Europa han llevado a una alta demanda de gas natural.
Como resultado, los precios del gas natural se dispararon en 2021 y se mantuvieron altos en 2022, ya que Rusia bloqueó las entregas a Europa y se espera una tendencia al alza hasta 2023.
Reservas globales
A medida que continúa la reducción de la producción de petróleo a nivel mundial, los países se ven obligados a recurrir a sus reservas almacenadas. Esta estrategia contribuye al aumento de los precios, porque los inventarios están disminuyendo.
¿Dónde está el piso?
A pesar de la perspectiva alcista, vale la pena identificar dónde podría estar el piso para el mercado global. Una pista: el gobierno de Estados Unidos ha asegurado que comenzará a colocar sus reservas estratégicas de petróleo, en caso de que los precios se acerquen a los $70 dólares por barril. Esto pudiera percibirse como un piso, pero habrá que estar al tanto de la intervención de la OPEP y su influencia en el mercado.