Cómo construir una economía- México no sigue
Comparte en Facebook Comparte en Twitter Comparte en Linkedin
Todos los días, los medios de comunicación actuales, ya sea televisión, radio, digital o impreso nos aportan múltiples datos sobre la situación actual de nuestro país, y cada persona podría interpretarlos como una realidad propia o ficticia en el tiempo que acontece.
Autor: Ramsés Pech – Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos
Por ello realizaremos un pequeño resumen de los aspectos que creemos se deben considerar antes de tomar de decisiones en un país, siguiendo una especie de decálogo económico.
El crecimiento económico no es igual al desarrollo económico, ya que este último tiene asignado un presupuesto dentro del gasto del país, cuya funcionalidad es incentivar la economía por medio del gasto público, para poder alcanzar, ahora sí, un crecimiento económico. El cual debe ser el resultado de la suma de diferentes variables que denotan una certidumbre económica, financiera, política y social ante otras economías mundiales.
Una economía crece al invertir en la infraestructura de la nación. Por otro lado, tal inversión debe tener como objetivo crear certezas y no incertidumbres. Ante esto, un país deberá crear, por medio de la creación de normativas, leyes o procedimientos que aseguren que no afectarán en el futuro, valiéndose de una planeación conjunta entre los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. En ella no debería haber injurias, sino coordinación, siempre pensando en lo mejor para el país, y no solo para la administración en turno.
Teniendo en cuenta lo anterior, y después de darle cumplimiento, estamos preparados para acceder a inversiones directas, cuyo objetivo sea la creación de empresas con capitales, activos y tecnologías de otra nación, y el país receptor, no cuenta o genera, como es el caso de México. Recordemos que la IED (inversión extranjera directa), está formada por tres grandes rubros: inversión nueva (dinero fresco o nuevas empresas), reinversión de utilidades y cuentas entre compañías. Durante el tercer trimestre del 2022 observamos una salida por más de 1,700 millones de dólares, es decir, empresas que envían dinero a otros lugares del mundo, y 6,875 millones corresponden a fusiones, empresas, que no deben ser considerados con inversión nueva, debido a que no crearon nuevos empleos o empresas.
Es importante comprender que primero debe haber un desarrollo económico, para que después exista un crecimiento. Dando certeza al mundo financiero de que se cuenta con infraestructura, credibilidad y acoplamiento, podrá haber acceso a dinero de otros países, lo cual permitirá la firma de tratados, acuerdo o contratos comerciales con otros países para ayudar a incrementar la producción nacional por medio de exportaciones; lo que a su vez ayuda generar una mayor cantidad de empleos basados en la capacidad técnica, y no de un monto fijo a un salario.
Una vez alcanzado el intercambio de dinero, insumos y productos, hay que saber controlar la balanza comercial entre importación y exportación; esto indicará qué tan codependiente es una nación de otra.
Esto creará una necesidad de divisas (dinero que proviene de otras actividades que diferentes al desarrollo económico interno) como consecuencia de las inversiones públicas o privadas realizadas, entre las que podemos encontrar a las exportaciones de productos transformados, principalmente en el sector energético, como la exportación de crudo, y/o el brindar servicios, como el sector turismo. Ambos, son dineros que provienen del exterior, principalmente dólares americanos, ambas fuentes ayudan a tener otros tipos de monedas para intercambiar. Esto trae, como efecto colateral, tener controlada la variación respecto a otras monedas (depreciación/apreciación), al tener suficiente dinero circulando. Al haber menos dinero disponible, como el dólar, se deberán pagar más pesos para comprar un dólar. En el caso de no haber dólares, la nación deberá subastar sus reservas en dólares para estabilizar al tipo de cambio como ha ocurrido en los últimos años, lo cual resulta en inestabilidad.
Ahora bien, en las últimas dos décadas, en México surgió un fenómeno que ha ayudado a estabilizar el peso respecto al dólar; las remesas. Estas han incrementado en mayor proporción, pasando a ser parte de un dinero adicional de las familias, y a considerarse una variable económica para México como parte de su macroeconomía. Sin embargo, esto último es incorrecto, debido a que el dinero proviene de una persona que genera crecimiento en otro país, la cual deja los impuestos, el conocimiento y su vida en otra nación, como consecuencia de no tener la misma oportunidad de acceso a un desarrollo económico dentro de la sociedad en que nació.
Concluyamos, el desarrollo es necesario y éste depende de tu infraestructura como país para atraer capitales extranjeros, contar con divisas que fortalezcan a una economía para intercambiar productos, servicios, insumos o tecnología, y dar certidumbre al mundo. Con una imagen en la que se perciba estabilidad económica, financiera, social y política, podrás tener acceso a divisas que te ayudarán a competir con otras monedas para que tu moneda valga más en los mercados mundiales, y esto sea un atractivo mayor. A partir del 2023, deberás preocuparte de tener acceso a tecnologías, y sobre todo a energías infinitas, para poder trascender como país a lo largo de las próximas décadas; tal dependerá de quién se adapta mejor al futuro en el presente, y no el futuro en el pasado.