DUBA 100% Nacional
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Poco antes de terminar el año pasado, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) hizo público el exitoso desarrollo del Catalizador IMP-DSD-30, capaz de producir diésel de ultra bajo azufre (DUBA), necesario para las regulaciones que entrarán en vigor próximamente.
Texto y fotos: Jacobo Bautista
Nos reunimos con Jorge Ancheyta, Gerente de Productos para la Transformación de Crudo en el IMP, quien tuvo bajo su responsabilidad el proyecto de escalamiento que logró esta innovación y sus derivados, como la planta en donde se producirá este catalizador, respondiendo a la política federal actual de crear y además, producir en México.
Ancheyta nos relató que este catalizador “comenzó su desarrollo con proyectos financiados por el Fondo Conacyt-Sener-Hidrocarburos, ahora extinto, con investigadores de aquí del instituto, de la Dirección de Investigación en Transformación de Hidrocarburos”.
Al término de esos proyectos, se identificó que se habían obtenido prototipos catalíticos adecuados para producir DUBA, y el desarrollo continuó en la Dirección de Tecnología de Producto con proyectos de escalamiento.
“Fuimos al Grupo de Selección de Proyectos con una propuesta para escalar esos prototipos catalíticos”, relata Ancheyta, “ahí comenzaron los retos importantes”, ya que debían tener una aplicación práctica y que la misma (la creación del catalizador) pudiera ser viable en costo y desempeño a la escala que necesita la industria, específicamente Pemex.
A la par, se encontraron varios posibles maquiladores para el catalizador, “en el camino se fueron descartando por diferentes razones, unos nos veían como competencia, otros exigían pagos muy elevados para realizar el escalamiento, y solo una compañía maquiladora nos vio como una oportunidad de negocio para aventurarse con nosotros en esta empresa”.
Año y medio tardaron en dar con el producto correcto, después de diferentes pruebas para optimizar la síntesis, “porque a nivel laboratorio pueden resultar bien las cosas, pero para su aplicación industrial se introducen más variables, por ejemplo, una de ellas era un reactivo que se usó en laboratorio el cual no estaba permitido utilizar a nivel industrial por cuestiones ambientales”.
El resultado después de todas las pruebas de escalamiento no solamente fue exitoso, ya que se producía diésel de ultra bajo de azufre, y esto se logró a precio muy competitivo.
“El catalizador IMP-DSD-30 es un producto que tiene que salir al mercado ya”, apunta el también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, al recordar que no solo se trata de hacer investigación básica sino, también convertir los resultados de dicha investigación en productos que se puedan aplicar a nivel industrial.
La Normativa que Viene
La mayoría de las plantas de hidrotratamiento de destilados intermedios de Pemex fueron diseñadas para operar a presiones medianas, de acuerdo al requerimiento de ese momento (Diésel Sin de 500 partes por millón de azufre). Estas plantas ajustaron sus condiciones de operación y materias primas para producir diésel con menor contenido de azufre, “así están operando muchas de ellas en la actualidad”.
En enero de 2025 entrará en vigor la norma NOM-016-CRE-2016, con la cual se regula el contenido de azufre a 15 partes por millón máximo para su uso en todo el país. La preocupación actual es “¿cómo en esas plantas que fueron diseñadas para producir diésel de 500 partes por millón ahora produzcan Diesel con 15 partes por millón? El reto es mayor debido a que mientras más bajo es el contenido de azufre, su remoción se vuelve más difícil.
Hasta ahora esto se ha logrado parcialmente, así como están las plantas, ajustando las condiciones de operación. Nuestro catalizador”, presume con orgullo, “puede producir Diésel UBA así como están las plantas, a las condiciones de diseño original”. El catalizador IMP-DSD-30 ha sido desarrollado y probado exitosamente más de un año antes de que la norma entre en vigor.
El siguiente paso
Después de haber realizado pruebas exhaustivas a nivel laboratorio, optimizar el procedimiento de síntesis a nivel industrial, y probar en planta piloto el desempeño del catalizador IMP-DSD-30, ya se tiene un producto que garantiza la producción de diésel UBA a condiciones de operación de las plantas de Pemex “y sucedió que el catalizador producido a nivel industrial cumple con la especificación requerida de contenido de azufre, con lo cual ya se tiene una tecnología nacional probada y validada”.
El paso que sigue es introducirlo en una unidad industrial para demostrar su efectividad y posteriormente masificar su uso en todas las refinerías, y ahí hay que considerar que “el mecanismo actual para participar en las licitaciones de Pemex es que los catalizadores que se oferten tengan experiencia industrial en los últimos años. En años anteriores, el IMP cubría aproximadamente 80% del mercado de catalizadores de hidrotratamiento en Pemex, y con nuestro nuevo catalizador, se espera recuperar dicho mercado”.
Para poder cumplir con ese requisito de experiencia el IMP está promoviendo una prueba en una planta de Petróleos Mexicanos, concluyendo esa prueba, la cual confirmará el desempeño del catalizador, “se puede empezar a masificar su uso en todas las plantas, esa es la intención”.
En otro proyecto del IMP se está diseñando una planta de producción de catalizadores en México “y se ha elegido una locación cercana al Complejo Petroquímico La Cangrejera para su instalación”, señala Ancheyta, con lo cual el Catalizador IMP-DSD-30 se podrá producir en México.
Con estos dps proyectos, el catalizador IMP-DSD-30 y la planta de catalizadores, se dispondrá de tecnologías creadas en México para que sean aplicadas en las plantas de Pemex con un producto 100% nacional.
Más Beneficios
Entre los beneficios que tendría Pemex al adquirir el catalizador IMP-DSD-30 (que cuenta con la propiedad intelectual y registro de marca) se encuentra un menor monto de inversión respecto al requerido en la construcción de una planta nueva y/o en la modernización de una planta existente, además su uso contribuirá a incrementar la producción de diésel UBA en las refinerías del Sistema Nacional de Refinación, reduciendo la importación de este combustible, y así contar con tecnología nacional desarrollada específicamente para la producción de diésel UBA en sus plantas HDS.