Industria médica contamina casi lo mismo que la cementera

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De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 30% de los hospitales a nivel mundial no están equipados para gestionar residuos sanitarios; sin embargo, la cifra aumenta a 60% cuando se trata de países en vías en desarrollo. 

Esta problemática medioambiental no es nueva; sin embargo, en años recientes; particularmente, luego de la pandemia de Covid-19 se recrudeció debido al aumento de indumentaria médica de un solo uso.

“Muchas veces se cree que la industria médica tiene un free pass, frente a las consecuencias de su operación, esto se debe a que antes no se contaba ni con la indumentaria ni con la tecnología necesaria para trazar un rumbo sustentable para este sector, sin comprometer la salud de los profesionistas”, explica Tamara Chayo, CEO y fundadora de MEDU Protection, startup mexicana dedicada a la fabricación de indumentaria médica sustentable y segura.

No obstante, añade que acorde a sus investigaciones, el personal de salud está consciente de la importancia de cuidar el medio ambiente; no obstante, reconocen que dadas sus condiciones y lo delicado de los residuos de hospitales, ha sido complicado lograr un cambio.

“Dada su importancia y tamaño, la industria médica puede poner el ejemplo y liderar un cambio trascendente en cuanto al cuidado del medio ambiente”, puntualiza Chayo.

Toneladas de desechos

Actualmente, el sector salud es uno de los servicios que más contribuyen con emisiones de carbono en el planeta. Según investigadores de la Northeastern University de Boston, es una industria responsable de entre 4.4 y 4.5% de los gases de efecto invernadero (GEI). Para poner la cifra en contexto, con base en registros de Our World in Data, en conjunto, las industrias del cemento y los químicos contribuyen con 5.2% de los GEI anuales.

De acuerdo con la OMS, la industria médica va dejando una huella de dióxido de carbono de largo plazo, así como contaminantes inmediatos como el metano, óxidos nítrosos e incluso carbón negro; asimismo, cantidades enormes de indumentaria médica de un solo uso. 

Tan sólo entre marzo de 2020 y noviembre de 2021, la industria médica desechó 87 mil toneladas de equipos de protección personal utilizados por los profesionales de salud en primera línea de Covid-19. En el mismo periodo los kits de pruebas dejaron 600 toneladas de desechos no infecciosos (principalmente plástico) y 731 mil  litros de desechos químicos (el equivalente de una tercera parte de una piscina olímpica), reportó la OMS.

“El problema es grande y de impacto mundial. En MEDU nos dimos a la tarea de crear indumentaria médica segura y sustentable. Una sola de nuestras batas sustituye 450 de un solo uso, con esto los hospitales pueden reducir hasta 90% de sus desechos de este tipo y obtener ahorros que pueden destinar a una mejor atención para el paciente”, explica la emprendedora.

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