Precios del petróleo suben por sanciones y tensiones geopolíticas
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El 2024 comenzó con fuertes movimientos en el sector petrólero debido a conflictos geopolíticos y sanciones. Al cierre del año pasado, el WTI estaba en $71.72/bbl, el Brent en $74.64/bbl y la OPEP en $74.59/bb
Sin embargo, los precios han subido por tercera sesión consecutiva: el Brent alcanzó $80.47/bbl y el WTI $77.51/bbl. Este incremento se debe a sanciones impuestas por el Tesoro de EE. UU. a gigantes rusos como Gazprom Neft y Surgutneftegaz, además de 183 buques transportando petróleo ruso.
Estas medidas han desatado temores de interrupciones en el suministro, obligando a países como India y China a diversificar sus fuentes en Medio Oriente, África y América Latina, lo que ha encarecido los costos de envío y producción.
El panorama sigue incierto, con el mercado ajustándose a las tensiones globales mientras consumidores y productores se preparan para más fluctuaciones en los precios del crudo.
Las sanciones al Kremlin han ido escalando conforme la guerra iba creciendo. Los objetivos estadounidenses han sido la restricción de acceso a mercados clave y limitar el transporte del crudo ruso. La respuesta por parte de Putin no se hizo esperar, recurriendo a una flota en la sombra para mantener el flujo de petróleo hacia mercados como China e India. Sin embargo, las recientes sanciones han alcanzado a una porción considerable de esta flota, restringiendo su capacidad de operación y aumentando los costos logísticos, lo que afecta directamente los ingresos rusos.
Muchos de los barcos afectados por las sanciones de EEUU han sido cruciales para el transporte del petróleo ruso a diferentes lugares de Asia. Estos barcos han operado bajo el radar de las sanciones previas, pero ahora enfrentan mayores restricciones, lo que complica el flujo del petróleo. Esto no solo genera incertidumbre sobre la disponibilidad de crudo ruso, sino también sobre los costos logísticos de transporte en el mercado global.
La llamada flota en la sombra, conformada por aproximadamente 669 petroleros, según recoge Reuters, ha sido instrumental en el transporte de petróleo ruso, iraní y venezolano, con alrededor de 250-300 barcos dedicados exclusivamente al crudo ruso. Sin embargo, las sanciones recientes han afectado al 35% de esta flota, complicando el flujo de petróleo y aumentando los costos logísticos. La agencia internacional de comunicación pone como ejemplo los costos de envío de crudo ruso desde el puerto de Kozmino a China, los cuales se duplicaron tras las sanciones, impactando aún más los márgenes operativos de los importadores.
En todo este conflicto internacional, China ocupa un rol central por ser uno de los mayores importadores de petróleo. Por ese motivo, los países sancionados, como Rusia, Irán y Venezuela, han encontrado en el gigante asiático una vía de escape a las sanciones de EEUU. Sin embargo, recientemente, las autoridades portuarias de Shandong han prohibido la entrada de petroleros sancionados, marcando un jaque de Estados Unidos a Rusia.
Las sanciones a Rusia, las decisiones estratégicas de China y las tensiones en Europa pintan un panorama complejo, que afecta tanto los precios como los flujos globales del crudo. En este escenario, las políticas estadounidenses, las respuestas de los países afectados y los movimientos de los grandes compradores, como China, moldearán el devenir del mercado. El año solo acaba de comenzar, pero se perfila crucial para redefinir el sector energético mundial.