Suma de voluntades

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La sinuosa carretera que une a Santa María Jaltianguis, Ixtlán de Juárez, San Pedro Guelatao y la ciudad de Oaxaca no es extraña a camiones con cargamentos de madera, nociones preconcebidas y un historial de abuso de la naturaleza nos hacen pensar mal, son árboles cortados en trozos para la industria, contamos cinco en media hora en nuestra subida hacia la cabecera municipal de Santa María Jaltianguis en el Distrito de Ixtlán, Oaxaca.

Lo que llevan los camiones es uno de los puntos culminantes de todo un sistema echado a andar hace casi una década, uno que ha reunido las voluntades de comunidades enteras, empresas, organizaciones civiles y un cambio de mentalidad que nos hace tener esperanza en el futuro, uno además, sustentable.

Texto/Fotos: Jacobo Bautista

Santa María Jaltianguis es una de 12 comunidades trabajando en la venta de bonos de carbono, esta figura que hemos visto en reportes de sustentabilidad en las empresas por varios años ya, y ha sido gracias a la suma de Audi en la ecuación que hemos podido acercarnos a donde el carbono es capturado de la atmósfera.

A su llegada a la dirección de Audi de México, Edgar Casal decidió ponerle un sello mexicano a las actividades de sustentabilidad de la empresa alemana en México. Audi ha estado trabajando desde hace tiempo en varios frentes, el manejo de agua en su planta de San José Chiapa en Puebla es ejemplar (no tienen descarga de aguas residuales al exterior desde 2018) y a nivel global planean producir únicamente autos eléctricos a partir de 2026.

El estudio del equipo de Audi dio con un esfuerzo de conservación en varias comunidades oaxaqueñas, sumando esfuerzos con Pronatura México, la agencia de impacto social Comunal la Integradora de Comunidades Indígenas y Campesicas (ICICO AC) lograron enfocar el objetivo de la Misión #AudiGoGreen.

Los bonos de carbono que ofrece Audi se canalizan al proyecto Carbioin, mismo que es gestionado por ICICO, iniciativa comunitaria que busca contribuir con la remoción y reducción de gases de efecto invernadero mediante la captura de CO2, a través del manejo, conservación, mejoramiento, mantenimiento y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales (conservación y restauración) de los bosques en 12 comunidades indígenas y campesinas distribuidas en cuatro regiones de Oaxaca.

Audi Go Green

La iniciativa de la marca alemana tiene varias aristas, como la creación de muros verdes en sus concesionarias en México, ayudar a la reforestación y gestionar compra de bonos de carbono, los cuales son generados en varias comunidades oaxaqueñas, así como la posibilidad de que los clientes de Audi donen árboles vía Pronatura (mismos que se encargan de su siembra y cuidado).


En la pagina web de Audi se ha añadido una calculadora de huella de carbono, pensada primero en los autos de la marca, pero utilizando el consumo de combustible puede ser utilizado por cualquiera; a diferencia de otras calculadoras disponibles, esta brinda la posibilidad de neutralizar el resultado mediante la compra de bonos de carbono y precisamente para ver a dónde iba a dar el dinero de la venta de estos bonos fue que fuimos a
Santa María Jaltianguis.

En la cabecera municipal nos recibieron algunas de las autoridades de la localidad, que se rige por el sistema de asamblea (según los usos y costumbres heredados, sus responsabilidades duran solo año y medio y cada tres meses rinden cuentas), ahí encontramos un pueblo organizado, limpio, con una muy decente infraestructura y orientado al trabajo en equipo.

Parte de este trabajo está centrado en la venta de bonos de carbono y para poder calificar para la venta de ellos, necesitan capturar el CO2 de la atmósfera, trabajo que hacen los árboles y en su conservación, crecimiento y explotación está el trabajo de la comunidad.

Anteriormente Santa María Jaltianguis tuvo apoyo gubernamental para la creación de zonas de conservación, de explotación y monitoreo de los bosques dentro del municipio, pero el éxito en la aplicación de los programas ya no los califica para recibir dicha ayuda, lo que también ha desatado un interesante cambio de mentalidad del cual hablaremos más adelante.

Los proyectos dentro de la comunidad han sido discutidos, aprobados y vigilados por la asamblea (de unos 200 pobladores, de los 700 que ahí viven); eligieron unirse a estos trabajos del proyecto Carboin, coordinado por ICICO luego de ver los resultados de otras comunidades (quienes sin duda, tuvieron una mayor curva de aprendizaje).

El conocimiento de los terrenos, la flora y fauna de la región se suma al conocimiento y estudio de profesionales como Lizeth Pérez, ingeniera quien coordina el proyecto en la comunidad, quien nos guió por los terrenos donde ya trabajan en el municipio.

Algunas secciones del bosque han sido elegidas para ser explotadas, ahí se cortan los árboles que han llegado no solo a la madurez biológica sino a su mejor momento para ser comercializados como madera. En el espacio que dejan son sembrados otros tantos pinos (es la especie con mayor valor comercial, pero no la única que es plantada y cuidada) que ya crecieron primero en un invernadero, acelerando su crecimiento hasta 50% (si hubieran sido sembrados in situ, aunque junto con ellos crecen pinos cuyas semillas llegaron de forma natural al terreno).

Cuidados permanentes

El crecimiento en el invernadero y su sembrado posterior en el bosque es únicamente el primer paso. La protección de los árboles jóvenes no es trabajo fácil, la competencia con otras especies y la vida natural del bosque pone en peligro su existencia, por lo cual la poda de la maleza y la creación de barreras contra la erosión tiene que ser realizada de forma permanente.

Grupos de mujeres suben constantemente a la sierra armadas de machetes para limpiar, cortar, levantar la hierba y cuidar a los pequeños pinos en una actividad llamada ‘chapeo’.

El chapeo era realizado mediante los tequios (trabajo colectivo que los ciudadanos realizan en pro de una comunidad que no es remunerado económicamente), pero ahora parte de los recursos ingresados gracias a la venta de bonos de carbono estos grupos de mujeres reciben un salario por este trabajo, que por la orografía de la región, es realizado muchas veces en pendientes, con lluvia, sol o cualesquiera las condiciones climáticas.

La comunidad decidió que fueran ellas las que realicen el trabajo en primer lugar, para ayudar a las familias a tener un ingreso extra, pero también porque en el chapeo, los hombres muchas veces no realizaban la tarea con el cuidado debido y se llevaban también a los pinos más pequeños junto con la hierba.

Otra de las tareas es el cuidado de las zonas que la comunidad ha decidido conservar; con árboles de más de 100 años en muchos casos, sin un decreto estatal o federal que así lo ordene, ha sido la comunidad quien decidió que muchas zonas no sean utilizadas para extraer madera. Estas zonas son igualmente cuidadas y monitoreadas.

La medición

Lo que no se mide no puede ser evaluado ni mejorado, es por ello que el monitoreo es una parte esencial del trabajo comunitario.

Al ojo poco entrenado del visitante, unas pequeñas varillas de metal pintadas de naranja pasan desapercibido en la majestuosidad del bosque. A su alrededor hay árboles marcados con números, letras y algunos otros símbolos; son de su medición que se determina la cantidad de CO2 que está capturando el bosque con su vegetación.

La medición, auditada y pasada por fórmulas que toman en cuenta variables como la altura de los árboles es de donde se determina qué tanto CO2 se ha capturado en la comunidad, el crecimiento de esta capacidad y por ende, cuántos bonos de carbono pueden ser puestos a disposición del público que quiere neutralizar su huella de carbono.

Es en estas mediciones que los científicos a cargo pueden saber qué tanto están creciendo las distintas especies; la medida general es que un árbol absorbe de la atmósfera 12 kilogramos CO2 al año, por lo que una hectárea con árboles puede absorber seis toneladas de CO2 en este periodo; eso variará obviamente con el número de árboles en dicha área.

Las parcelas han sido divididas y están señalizadas según su uso (incluso con alguna fotografía de cómo estaba originalmente el predio), ahí se puede saber el área que ocupa, la altitud, desde qué fecha se han intervenido e incluso las especies que ahí viven (y si estas son originarias o han sido reforestadas).

Cambio de Chip

La desaparición de los estímulos económicos de programas gubernamentales y la introducción del proyecto desarrollado por ICICO ha impulsado un cambio de mentalidad en la comunidad que ha orientado sus esfuerzos al trabajo para producir resultados más allá de solo estar esperando recursos.

Santa María Jaltianguis ha visto su trabajo recompensado, el resultado del cuidado de la naturaleza, incluso de su estudio (porque hay un entendimiento de su entorno que va más allá de los empírico) ha sido el desarrollo de la misma comunidad.

Como ejemplo podemos citar el proyecto para la recolección de agua, una cisterna de un millón de litros de agua captada del manantial en el cerro de San Nicolás, proyecto con el cual el pueblo se quiere adelantar al problema de la escasez de agua en la región.

El sistema de decisiones vía asambleas ayuda a involucrar a toda la población en la dirección de los proyectos, las inversiones de los recursos obtenidos y en el mismo trabajo que implica ciudad, conservar y reforestar (incluyendo el aprovechamiento comercial de la madera).

La suma de talentos ha sido explotada en Santa María Jaltianguis, donde una nueva generación está siendo testigo de cómo el cuidado mismo de la comunidad y la naturaleza significa el desarrollo de la misma.

Falta un último eslabón en la estructura sostenible en la comunidad, la del ecoturismo. Ya existe parte de la infraestructura para dar alojamiento a quien le interesa hacer senderismo, bicicleta de montaña o simplemente se quiera desconectar del mundo y conectar con la naturaleza; a lo largo de la sinuosa carretera hay decenas de lugares para comer, una vez enfocado parte del esfuerzo en atraer a más turistas, puede darle otro polo de desarrollo a la comunidad y sumar más adeptos a la causa del planeta tierra.

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