La CEO de Conecta Cultura comparte para Petróleo y Energía, el fortalecimiento constante en la integración de las mujeres…
P&E. ¿Qué impacto positivo has generado o colaborado para generar tanto en el sector energético como para fortalecer la participación de las mujeres?
A lo largo de mi carrera en el sector energético, he tenido el privilegio de colaborar en proyectos que han marcado un antes y un después en la vida de muchas personas, especialmente mujeres. Uno de los ejemplos más significativos fue un proyecto en El Encino-Topolobampo, donde lideré consultorías de impacto e inversión social diseñadas para potenciar el talento y la voz de mujeres indígenas en cinco comunidades.
«Sigamos inspirando, liderando y construyendo juntos el México energético que deseamos”
Este trabajo se centró en fortalecer capacidades a través de procesos educativos que respetaron y valoraron las habilidades preexistentes en cada comunidad. Al facilitar la toma de decisiones informadas, especialmente en su lengua materna, y fomentar el desarrollo de proyectos productivos locales, fuimos testigos de un verdadero florecimiento. Hoy, varias de estas mujeres son reconocidas a nivel nacional e internacional como líderes, emprendedoras y formadoras de nuevas generaciones.
Haber acompañado este proceso transformador es una muestra del poder colectivo y de la importancia de crear oportunidades reales que impulsen el cambio social. Además, este proyecto me permitió consolidar mi propia firma de consultoría en México, especializada en gestión social, vinculación comunitaria, inversión social y diseño de beneficios compartidos para empresas del sector energético.
Ser pionera en esta área ha sido un desafío y una inspiración, porque creo firmemente que el futuro energético del país depende de la inclusión, la equidad y el liderazgo de mujeres comprometidas.
A todas las mujeres que sueñan, crean y transforman desde este sector, les invito a confiar en su potencial, a buscar espacios de crecimiento y a dejar huella con determinación. Nuestro papel es fundamental para construir una industria más justa, competitiva y sostenible para México y para las próximas generaciones.