La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, presentó este martes 13 medidas para regular el transporte de sustancias peligrosas en vialidades de la capital, con el objetivo de reforzar la seguridad de los ciudadanos luego de la explosión de una pipa de gas en el puente La Concordia, en Iztapalapa, que hasta ahora ha dejado 31 fallecidos y decenas de heridos.
En conferencia de prensa, Brugada detalló que las propuestas establecen límites de velocidad, rutas prioritarias, horarios de circulación, mayores requisitos y controles a los vehículos que trasladan materiales tóxicos e hidrocarburos, además de sanciones más severas para quienes incumplan las disposiciones.
Entre los puntos clave se encuentran:
- Reducción del límite de velocidad a 30 km/h para todas las unidades que transporten sustancias peligrosas.
- Prohibición de circulación para vehículos que carguen más de 40,000 litros de materiales tóxicos.
- Restricción de paso por vías secundarias a unidades con más de 10,000 litros de hidrocarburo.
- Tránsito exclusivo en horario nocturno (de 22:00 a 05:00 horas) para transportes con más de 20,000 litros de hidrocarburos.
- Prohibición de circulación en vías de acceso controlado para pipas y camiones de sustancias peligrosas.
- Multas duplicadas por infringir cualquiera de las disposiciones relacionadas con este tipo de transporte.
- Instalación de radares móviles en los cinco accesos carreteros a la capital, para detectar y sancionar excesos de velocidad.
Brugada subrayó que estas acciones forman parte de un programa integral de seguridad vial y de protección civil que busca “evitar nuevas tragedias como la ocurrida en Iztapalapa” y garantizar que la movilidad de sustancias peligrosas no represente un riesgo para la ciudadanía.
Además, la mandataria capitalina adelantó que se trabajará de manera coordinada con la Secretaría de Movilidad, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y las alcaldías para supervisar el cumplimiento de estas medidas, así como con las empresas transportistas para establecer un sistema de permisos y certificaciones más estricto.
Con estas disposiciones, el Gobierno capitalino busca enviar un mensaje claro: la seguridad de los habitantes de la ciudad estará por encima de cualquier operación logística o comercial.