El hidrógeno verde pone a prueba la infraestructura eléctrica de México

La instalación de la planta marca un hito en México hacía la transición energética...

Hace 1 hora
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Querétaro se convierte en el epicentro de la transición energética con la instalación de la primera planta de hidrógeno verde en el país. Sin embargo, el proyecto abre una pregunta clave para el futuro: ¿está preparada la red eléctrica nacional para sostener la producción de este nuevo vector energético?

La inauguración de la primera planta de hidrógeno verde en Querétaro marca un avance histórico para la política energética mexicana. El proyecto, impulsado por el gobierno estatal en alianza con el sector privado, promete posicionar al país dentro del mapa global de energías limpias. Pero detrás del entusiasmo, expertos advierten que su éxito dependerá directamente de la capacidad y estabilidad del sistema eléctrico nacional, aún limitado por años de subinversión y saturación regional.

El hidrógeno verde producido a partir de electrólisis del agua con energía renovable requiere un suministro constante y masivo de electricidad limpia. En México, más del 70% de la generación aún depende de combustibles fósiles, lo que plantea un dilema: si la energía que alimenta los electrolizadores no es renovable, el producto final deja de ser verdaderamente “verde”.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha reconocido los cuellos de botella existentes en su infraestructura, particularmente en los estados del centro y norte, donde se concentran los principales corredores industriales. El Plan de Expansión de la Red Nacional de Transmisión contempla nuevas líneas para reforzar la interconexión, pero varios proyectos enfrentan retrasos.

Mientras tanto, países como Chile y España líderes en la producción de hidrógeno verde han combinado inversiones en generación renovable con sistemas de transmisión inteligentes y almacenamiento energético, elementos que México apenas empieza a desarrollar.

La planta de Querétaro servirá, por tanto, como un laboratorio para medir la capacidad real del sistema eléctrico nacional de soportar proyectos industriales intensivos en energía. Su éxito o fracaso sentará las bases para la expansión del hidrógeno verde en sectores como la siderurgia, la petroquímica y el transporte pesado.

El gobierno federal ha reiterado que el hidrógeno será parte estratégica de la transición energética y de la nueva política industrial del país. Sin embargo, para convertir esa promesa en una oportunidad económica, México deberá modernizar su infraestructura eléctrica al mismo ritmo que impulsa su innovación tecnológica.

Mario Becerril

Mario Becerril

Lic. en Periodismo y Comunicación con una maestría en Alta Dirección en Mercadotecnia, motivado por comunicar a las industrias que mueven México.

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