Energía del mar: del oleaje a la red eléctrica rentable

La energía del mar emerge como una apuesta sólida en la transición energética global. Este artículo explica cómo la energía mareomotriz y undimotriz están dejando de ser experimentales, alcanzando rentabilidad, y analiza qué países lideran esta innovación marina.

OCTUBRE 25 , 2025
COMPARTIR
Depositphotos
Depositphotos

1. Una visión general del auge de la energía mareomotriz y undimotriz

La energía del mar comprende las tecnologías que aprovechan la fuerza del oleaje (undimotriz) y el movimiento de las mareas (mareomotriz) para generar electricidad. Según el National Renewable Energy Laboratory (NREL), la energía marina —incluyendo olas, corrientes, mareas y diferencias térmicas— constituye el mayor recurso renovable aún por aprovechar plenamente.


Este potencial queda reflejado en la estimación de que un mercado global por valor aproximado de US$ 900 000 millones para 2050 puede desarrollarse en el segmento de olas y mareas.
Durante décadas, la energía del mar fue considerada experimental o coste-excesiva. Sin embargo, ahora se identifica un cambio: avances tecnológicos, políticas públicas y pilotajes reales están generando condiciones para que esta industria comience a mostrar signos de rentabilidad comercial. La cuestión es cuándo y bajo qué modelos las olas y mareas se integrarán como suministro regular hacia la red eléctrica.

1.1 ¿Qué diferencias hay entre maremotriz y undimotriz?

  • La energía mareomotriz se basa en el movimiento periódico de las mareas: subida y bajada del nivel del mar o corrientes de marea.
  • La energía undimotriz aprovecha el oleaje, las olas formadas por viento a lo largo de grandes extensiones de mar abierto o zonas costeras.
    En ambos casos, el reto consiste en conectar estos flujos al sistema eléctrico con eficiencia, con convertidores robustos, bajo mantenimiento y costes competitivos frente a otras renovables.

1.2 ¿Por qué ahora la energía del mar empieza a tener sentido económico?

Varias razones convergen:

  • Mayor estabilidad de recurso: las olas y mareas presentan variaciones más predecibles que el viento o la solar en muchas zonas costeras, lo que mejora la integración en la red.
  • Reducción de costes mediante escala, mejoras de conversión y despliegues piloto que permiten aprender en entornos reales.
  • Impulso de políticas públicas e innovación marina: centros de ensayo, financiamiento e incentivos gubernamentales permiten que tecnologías antes costosas pasen a fase comercial.
  • Necesidad de diversificar la matriz energética renovable: la energía del mar complementa viento y solar, contribuyendo a sistemas más estables y resilientes.

2. Retos y factores de rentabilidad emergente

Aunque la energía del mar está avanzando, aún enfrenta obstáculos importantes que condicionan su rentabilidad.

2.1 Factores de coste y amortización

Los sistemas marinos requieren estructuras resistentes, mantenimiento costoso y suelen ubicarse en entornos agresivos (salinidad, huracanes, tormentas). En 2022, Ocean Energy Europe advirtió que fue el año más débil en implantaciones de olas y mareas en Europa, lo que muestra que la comercialización aún no es masiva.


Aun así, estudios recientes indican que al incorporarse en la mezcla renovable, la energía del mar puede reducir el coste de abastecer demanda 24/7 hasta en un 20% respecto a sólo viento/solar más baterías.
Estos datos sugieren que la rentabilidad emergente proviene menos de competir por precio bajo con viento/solar, y más de aportar estabilidad de red, diversificación y valor adicional al sistema.

2.2 Tecnología y escalabilidad

La transición de prototipo a planta comercial es crítica. Por ejemplo, el proyecto Mutriku Breakwater Wave Plant en España —con capacidad de ~296 kW— demostró viabilidad pero con factor de capacidad cercano a 0.11, lo que limita la producción efectiva.
También los centros de ensayo como los European Marine Energy Centre (EMEC) en Escocia permiten probar tecnologías en aguas reales y mejorar su rendimiento.
La escalabilidad de las instalaciones, su conexión a la red eléctrica y la reducción de costes de instalación y mantenimiento son claves para pasar de “emergente” a “rentable”.

2.3 Marco regulatorio, aprovisionamiento y financiación

La energía del mar depende de marcos normativos que permitan la instalación en zonas costeras o marinas, permisos de impacto ambiental, microgrids o conexión a la red. En algunos países, aún faltan condiciones maduras. Por otro lado, la cadena de suministro y la industria asociada —flotadores, convertidores, cables submarinos— no está tan desarrollada como en otras renovables.

Depositphotos
Depositphotos

3. Países que lideran la innovación en energía del mar

Se observan varios países destacados por sus avances en la energía del mar, tanto en olas como mareas.

3.1 Reino Unido

El Reino Unido y especialmente las islas del norte como Orkney se perfilan como líderes gracias a su asociación con EMEC y otras instalaciones de prueba. Un ejemplo es la turbina de corrientes de marea de la empresa Orbital Marine Power, situada en Orkney, capaz de generar varios megavatios conectados a la red.
Además, el gobierno británico lanzó en junio de 2025 una “Marine Energy Taskforce” para acelerar la innovación oceánica.
Estas iniciativas subrayan que el Reino Unido apuesta a que la energía del mar contribuya a su transición energética.

3.2 Europa continental

Países con costas atlánticas o del mar del Norte concentran avances. Según el análisis “Europe’s role in leading the renewable revolution”, Europa aprovecha su experiencia marítima, recursos de oleaje/marea y políticas de apoyo para liderar.
España – por ejemplo con el proyecto Mutriku – también ofrece demostraciones reales.
Se identifica que los retos regulatorios podrían estar frenando una expansión más rápida.

3.3 China y Corea del Sur

China ha identificado un enorme recurso: su longitud de costa, densidad de energía de olas estimada de unos 6 kW/m y posibilidad de generar ~762 TWh/año teóricos.
Corea del Sur también ha establecido múltiples sitios piloto de energía de olas, en la isla de Jeju y otras zonas costeras.
Estos países están en posición de escalar masivamente gracias a capacidades industriales y mercados internos de gran tamaño.

3.4 Estados Unidos

En EE.UU., los centros de innovación marina conocidos como National Marine Energy Centers (NMEC) proporcionan infraestructura de ensayos abiertos, aceleran el desarrollo de tecnología y facilitan su integración al sistema eléctrico.
Este enfoque muestra que la energía del mar avanza desde la fase de laboratorio hacia aplicaciones reales en varios frentes geográficos.

4. Acciones y oportunidades para México y América Latina

Para la región latinoamericana, la energía del mar representa una oportunidad emergente: muchas zonas costeras, islas o comunidades remotas podrían beneficiarse. Sin embargo, la rentabilidad dependerá de desplegar políticas, incentivos y marcos regulatorios adaptados.
Además, la integración de la energía del mar en la matriz eléctrica y la colaboración con países que lideran —como Reino Unido, China o EE.UU.— puede acelerar la transferencia tecnológica. Para México, donde la agenda energética está en transformación, evaluar pilotajes de energía undimotriz o mareomotriz en costas del Pacífico o el Atlántico podría posicionar al país como precursor regional en “energía azul”.

Un llamado a adoptar la energía del mar como componente clave

La era de la energía del mar ha comenzado: no es sólo una promesa, sino una realidad emergente con indicadores de rentabilidad, liderada por países que combinan recursos naturales, industria innovadora y marcos regulatorios ambiciosos. Elevar la apuesta por la energía mareomotriz y undimotriz implica diversificar la matriz, reforzar la estabilidad del sistema eléctrico y lanzar un nuevo capítulo en la transición energética global.


Los tomadores de decisión, los inversores y los operadores de red deben considerar hoy la energía del mar no como una curiosidad tecnológica, sino como un vector estratégico. El coste caerá, la industria madurará y la electricidad generada por olas y mareas puede dejar de estar “fuera de la vista” para integrarse en el cableado que alimenta nuestras ciudades. Aprobar políticas que impulsen pilotajes, fomentar alianzas internacionales y definir rutas de despliegue comercial serán tareas clave. Quien actúe ahora podrá estar a la vanguardia de una industria que cambiará costas, redes y horizonte energético.

Te invito a leer:

Guerra de precios: OPEP+ vs USA

Shorts

shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube
shorts youtube