Crisis hídrica y producción de petróleo en México: el agua como nuevo recurso estratégico 

El agua se ha convertido en un factor crítico para la energía mexicana. Mientras el país enfrenta una crisis hídrica sin precedentes, Pemex intenta equilibrar producción y sustentabilidad mediante el reúso y tratamiento industrial. Este reportaje combina evidencia técnica y análisis editorial sobre el futuro hídrico del petróleo mexicano.

Hace 4 horas
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Crisis hidríca; Depositphotos
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Un dilema energético que ya alcanzó a Pemex 

La crisis hídrica y la producción de petróleo en México ya están entrelazadas. 
El agua, antes un insumo abundante y secundario, se ha convertido en un factor de riesgo operativo para Petróleos Mexicanos (Pemex). Las refinerías, los complejos petroquímicos y los campos maduros enfrentan crecientes restricciones hídricas en estados del norte y oriente del país. 

Según el informe de sostenibilidad 2024 de Pemex, el consumo de agua dulce alcanzó 176.6 millones de metros cúbicos, un incremento del 2.32 % respecto a 2023. En contraste, el volumen de agua reutilizada creció 21 %, alcanzando 41.1 millones de m³. 

creció 21 %, alcanzando 41.1 millones de m³. 

El propio Anuario Estadístico 2024 de Pemex confirma cifras equivalentes —176.7 MMm³ de agua cruda utilizada— y advierte sobre la presión del recurso en zonas con estrés hídrico como Nuevo León, Tamaulipas, Hidalgo y Veracruz. 

El agua en el corazón de la cadena petrolera 

Campos maduros que dependen del agua 

En los campos maduros de Ku-Maloob-Zaap o Cantarell, el agua es indispensable para la recuperación secundaria de crudo. Cada año se requieren millones de metros cúbicos para mantener la presión de los yacimientos. Pero operar en regiones costeras o áridas aumenta los costos y reduce la eficiencia si no hay disponibilidad suficiente. 

Refinerías en zonas de estrés hídrico 

Las refinerías de Cadereyta (Nuevo León) y Madero (Tamaulipas) se ubican en regiones donde el agua compite con el uso urbano e industrial. 
Pemex reportó que en 2024 el 85 % del agua utilizada en la refinería de Cadereyta provino de aguas residuales tratadas —24.2 MMm³ de 28.36 MMm³ totales—, mientras que en Madero el reúso alcanzó el 75 %

Estos porcentajes evidencian una transición operativa hacia procesos más sostenibles, aunque todavía limitada frente a la magnitud del consumo global de Pemex. 

Innovaciones que emergen en medio de la escasez 

Reúso, eficiencia y tratamiento avanzado 

En el reporte trimestral 2024, Pemex destacó un aumento del 14.8 % en su índice de reúso de agua respecto a 2023. Se rehabilitaron plantas de tratamiento de aguas ácidas (“sour water”) y se implementaron mejoras en sistemas de enfriamiento y condensado. 

Estas prácticas han permitido que varias refinerías reduzcan su dependencia del agua fresca y mejoren la eficiencia térmica de sus operaciones. 

Crisis Hidríca; Depositphotos
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El agua como componente de la energía sustentable 

La crisis hídrica y producción de petróleo en México también están empujando a la industria a repensar su modelo energético. 
Cada metro cúbico ahorrado o reutilizado representa menor impacto ambiental y mayor resiliencia. Pemex colabora con la Conagua para monitorear extracciones y concesiones, e incorpora indicadores de consumo hídrico en sus metas de sostenibilidad 2025. 

Una transición inevitable: agua y petróleo en la misma ecuación

 La crisis hídrica y producción de petróleo en México revelan una paradoja: mientras el país busca fortalecer su soberanía energética, la disponibilidad de agua se convierte en su mayor limitante natural. 
El desafío es lograr una producción eficiente con menor huella hídrica, lo que exige inversión en infraestructura de reúso, tecnologías de tratamiento y normativas más estrictas. 

Los datos son claros: 

  • Consumo de agua dulce Pemex 2024: 176.6 MMm³ 
  • Agua reutilizada: 41.1 MMm³ 
  • Aumento de reúso interanual: +21 % 
  • Reúso en Cadereyta: 85 % 
  • Meta 2025 en procesos de crudo: 51.4 MMm³ 

A medida que los climas extremos se intensifican y la demanda industrial crece, la gestión hídrica se convertirá en el nuevo medidor de competitividad energética. 

Del riesgo a la oportunidad: el agua como activo de futuro 

El país enfrenta una decisión estratégica: o asume el agua como componente estructural de su seguridad energética o verá limitada su capacidad de producir hidrocarburos. 
El modelo que combine eficiencia hídrica, innovación tecnológica y sostenibilidad real no solo mitigará riesgos, sino que colocará a México en la vanguardia de una nueva generación de petróleo responsable. 

En este escenario, Pemex podría transformar su desafío en liderazgo, demostrando que la resiliencia hídrica es el nuevo valor energético del siglo XXI. 

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