México comienza a mostrar señales de reactivación en el desarrollo de infraestructura solar luego de varios años de incertidumbre regulatoria. En este escenario, especialistas del sector apuntan a que la participación de proveedores tecnológicos con experiencia en operación, soporte técnico y eficiencia se vuelve clave para sostener el crecimiento previsto para la próxima década.
El plan eléctrico 2025–2030 plantea incorporar 28,004 megawatts de nueva capacidad, de los cuales cerca del 80% provendría de fuentes limpias o renovables. La inversión asociada supera los 23 mil millones de dólares bajo esquemas público-privados, lo que anticipa una etapa de mayor dinamismo en la instalación de proyectos solares y eólicos en distintas regiones del país.
En este contexto, Arctech LATAM informó que superó los 1.2 gigawatts instalados en México, con proyectos principalmente en Sonora, Chihuahua y Aguascalientes. Con más de siete años de presencia en el mercado, la compañía considera que este hito refleja la recuperación paulatina del sector y la búsqueda de soluciones con validación técnica sólida para nuevos desarrollos.
La empresa señaló que el crecimiento observado en México y otros países de la región responde a la demanda de tecnologías capaces de operar bajo condiciones complejas y respetar cronogramas ajustados. Sus soluciones de seguimiento solar —incluido el modelo Skyline II, diseñado para mejorar la estabilidad en zonas con altas cargas de viento— se apoyan en equipos locales de ingeniería, calidad y servicio que acompañan todas las etapas del proyecto.
Documentos de planeación energética recientes muestran avances hacia una mayor claridad regulatoria en el mediano plazo, así como el fortalecimiento de la infraestructura de transmisión y distribución. Este proceso coincide con la estrategia gubernamental que mantiene a la CFE como empresa productiva del Estado responsable de más del 54% de la generación eléctrica, lo que podría influir en el ritmo y la orientación de los futuros proyectos renovables.
La compañía afirma que su crecimiento responde a la necesidad de confiabilidad en un entorno energético en transición, en el que la eficiencia y el soporte local se han vuelto factores determinantes para garantizar la operación de proyectos solares a largo plazo.
TE PUEDE INTERESAR EN YOUTUBE:
