El presidente Donald Trump firmó un decreto para reducir drásticamente los precios de los medicamentos.
El pasado 12 de mayo firmó el decreto que disminuirá el costo de los medicamentos en Estados Unidos, exigió que estos se igualen a los precios internacionales.
Según el decreto, los precios de los medicamentos deberán disminuir entre un 59% y hasta un 90% en algunos casos. Se ha otorgado a las compañías farmacéuticas un plazo de 30 días para implementar estas reducciones.
Si no se observa un «progreso significativo» en los seis meses siguientes a la firma del decreto, el gobierno tomará medidas adicionales para forzar la reducción de precios.
La política central de esta iniciativa es la de «nación más favorecida», lo que significa que el precio de un medicamento en Estados Unidos se equiparará al precio más bajo pagado por el mismo medicamento en otros países.
Trump afirmó: «Quien esté pagando el precio más bajo, ese es el precio que vamos a conseguir».
Este plan dependerá en gran medida de la disposición de las farmacéuticas a negociar precios más bajos y podría enfrentar obstáculos legales, similar a una propuesta anterior de Trump durante su primer mandato (2017-2021).
Trump también criticó a la Unión Europea (UE), compuesta por 27 naciones, por obligar a las empresas farmacéuticas a disminuir sus precios en su territorio, calificando las prácticas de la UE como «brutales».
Los mensajes de Trump provocaron una caída en las acciones de varias farmacéuticas estadounidenses (Eli Lilly & Co., Pfizer Inc., Bristol-Myers Squibb Co. y Merck & Co. Inc.) antes de la apertura de la Bolsa de Nueva York. Las empresas europeas Novo Nordisk A/S, Sanofi SA y AstraZeneca Plc también experimentaron pérdidas, a pesar de un repunte general del mercado por la tregua comercial entre China y Estados Unidos. En Asia, el sector farmacéutico japonés sufrió su mayor descenso diario desde agosto.
Sin embargo, al abrir los mercados, las compañías estadounidenses se recuperaron de las pérdidas iniciales.
La industria farmacéutica se opone a la propuesta de la Casa Blanca y ha ejercido presión a través de sus abogados para evitar su anuncio. Advierten que esta medida de Trump podría poner en riesgo la inversión en investigación.