Emprendedoras y empresarias en México y su incursión a la digitalización
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Por: René Torres Fragoso, presidente y director general de CONTPAQi®
La importancia de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) en México no podría entenderse sin la participación de las mujeres. Y es que el trabajo que hacen diariamente, dirigiéndolas y operándolas, ha hecho que estos negocios se mantengan como un pilar fundamental de la fuerza económica del país. Por ello, a propósito del Mes de la Mujer, es importante señalar cuál es el panorama de este sector y su contribución al entorno emprendedor y empresarial nacional.
Las mujeres, cada vez más presentes
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló los últimos datos de participación de este grupo demográfico en la actividad productiva en México. Para darnos una idea de su tamaño, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, para el tercer trimestre de 2021, se estima que habían -aproximadamente- 127.8 millones de personas en el país; de éstas, 52% (66.2 millones) eran mujeres.
A su vez, este organismo dio a conocer que existen 51.7 millones de mujeres, de 15 años o más, de las cuales cuatro de cada 10 (22.8 millones) forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA); al mismo tiempo, 56% de ellas desarrolla alguna ocupación en el ámbito informal, mientras 44% en el formal.
Estas cifras demuestran la relevancia que las mujeres tienen como el grupo demográfico más grande en México y representan una gran fuerza laboral; sin embargo, cabe mencionar que trabajar fuera de un ámbito regulado hace ver la urgencia de brindarles derechos y garantías para que ellas y sus familias tengan mejores condiciones de seguridad, atención y bienestar.
Las PyMEs en las que participan las mujeres
A través de entrevistas a 4.5 millones de MiPyMEs en México, de los sectores de manufactura, comercio y servicios privados no financieros, el INEGI reveló cuál es su papel como emprendedoras y empresarias en México, como por ejemplo: 1.6 millones de estas empresas tenían una propietaria que, en conjunto, empleaban -aproximadamente- a 2.9 millones de personas.
Por sector, cinco de cada 10 mujeres que encabezan estos negocios se dedican al comercio, cuatro de cada 10 en los servicios privados no financiados y a la manufactura en uno de cada 10. A su vez, el INEGI señaló que, entre 2008 y 2013, los negocios con una propietaria crecieron a una tasa anual promedio de 3.6%; mientras que, de 2013 a 2018, su incremento fue tan solo de un 1.8 por ciento.
Al mismo tiempo, otro de los temas que destaca es el de los desafíos que enfrentan en su día a día. Según los Censos Económicos de este organismo, 59.1% no utilizó sistema contable para llevar un registro de sus gastos e ingresos.
Sobre su financiamiento, 13% de las MiPyMEs con mujeres propietarias obtuvieron un crédito; además, destaca que los recursos obtenidos a través de estos instrumentos financieros, los emplearon para el equipamiento o ampliación del negocio (58.9%) y adquisición de insumos en el mercado (47.9%).
Al adentramos a toda esta información podemos darnos cuenta que: las emprendedoras y empresarias crean empleo, a través de sus negocios; aunque es claro recalcar que la tasa de crecimiento de este tipo de unidades económicas ha disminuido conforme han avanzado los años.
También, llama la atención la falta de tecnología para llevar su contabilidad; incluso, el capital que obtuvieron los destinaron para mejorar sus herramientas de trabajo. Ahí, precisamente, es donde las compañías especializadas en desarrollo de software hemos puesto especial énfasis, en extender cada vez más oportunidades para que la tecnología esté al servicio de cada vez más personas sin distingo de género u otras barreras.
La importancia de su digitalización
El acceso a herramientas tecnológicas a favor del crecimiento y desarrollo de estos negocios es cada vez más abierto. Sin importar su género, estoy seguro, las personas deben de tener el mismo acercamiento a productos y soluciones que las ayuden a hacer sus empresas más eficientes y que respondan a lo que su mercado les pide.
Por ello, cuando uno observa cómo estas mujeres, emprendedoras y empresarias, se abren paso a retos complicados que les demanda un mayor esfuerzo para el éxito, nuestro papel, desde nuestra trinchera, es brindarles herramientas y conocimiento para su digitalización.
Con ello, quiero hacer mi reconocimiento público a todas las mujeres y a la gran labor que hacen dirigiendo y trabajando en estas empresas. La equidad debe ser una práctica que se lleve a cabo todos los días y en todos los ámbitos; y desde una visión tecnológica, es oportuno decir que su acceso e implementación deben ser igual para todos.