Energía nuclear imprescindible para un futuro bajo en carbono
El calentamiento global demanda acciones urgentes y radicales. Dentro de las herramientas disponibles para mitigar el impacto climático, la energía nuclear imprescindible emerge como una alternativa de alta prioridad. En este artículo se analiza su papel, los desafíos técnicos y económicos, y las perspectivas futuras respaldadas por datos recientes (hasta junio de 2025) y fuentes como la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA).
Papel creciente en la descarbonización energética
Emisiones y generación eléctrica
- En 2018 la energía nuclear generó cerca del 10 % de la electricidad mundial, demostrando ya una contribución significativa al suministro energético libre de carbono.
- Además, su operación ha ayudado a estabilizar las emisiones globales de CO₂, que en 2019 estuvieron en torno a 33 gigatoneladas, aun cuando la demanda eléctrica continúa creciendo.
Aplicaciones más allá de la electricidad
- En el reporte de 2022, se destaca que 27 plantas nucleares en 11 países produjeron 2.3 teravatios-hora equivalentes de calor para usos no eléctricos (desalinización, calefacción distrital, calor industrial), lo que representa menos del 1 % de la generación eléctrica nuclear, pero con gran potencial de expansión.
- Estos usos distribuidos amplían el horizonte de mitigación, sobre todo en zonas donde los combustibles fósiles siguen dominando la producción de calor.
Desafíos críticos y dinámicas económicas
Financiamiento y capacidad construida
- Según el reporte de la IAEA de octubre de 2024, para cumplir escenarios ambiciosos de reducción de emisiones, se requeriría aumentar la capacidad nuclear global 2,5 veces lo que existe actualmente para 2050.
- Para lograrlo, las inversiones anuales en nucleares deberían crecer de alrededor de 50 mil millones de USD a entre 125 y 150 mil millones USD, dependiendo del compromiso de los países a triplicar su capacidad nuclear.
Resiliencia climática y riesgos físicos
- Plantas nucleares en regiones costeras enfrentan amenazas crecientes por subida del nivel del mar, ciclones severos y tormentas tropicales. Un estudio de la IAEA sobre resiliencia muestra cómo estos fenómenos climáticos pueden afectar infraestructuras nucleares y su operación segura.
- Muchas centrales nucleares tienen más de 30 años de operación. Mantenerlas operativas, asegurar su seguridad y planificar su reemplazo o modernización es esencial para evitar brechas en el suministro y riesgos asociados.
Propuestas y perspectivas para potenciar su rol
Políticas e inversión estratégica
- Fortalecer marcos regulatorios nacionales que permitan acelerar los plazos de construcción y reducir barreras administrativas.
- Movilizar financiamiento público-privado, incluyendo instituciones multilaterales, para equilibrar los altos costos iniciales con los beneficios a largo plazo. El reporte IAEA-2024 subraya la necesidad de nuevas estructuras financieras para nuevos proyectos nucleares.
Innovación tecnológica
- Los pequeños reactores modulares (Small Modular Reactors, SMRs) se perfilan como soluciones prometedoras: menores costes de puesta en marcha, escalabilidad, mayor flexibilidad.
- Mejoras en eficiencia operativa, extensión de vida útil de reactores existentes, adaptación al cambio climático (resistencia al calor extremo, inundaciones, tormentas).
Cooperación internacional
- Combinación de esfuerzos globales: intercambio de conocimientos técnicos, financiamiento compartido, estándares de seguridad armonizados.
- Apoyo decidido del sector público, bancos de desarrollo y organismos internacionales para cerrar brechas de inversión en países emergentes.
La energía nuclear como compromiso colectivo
Adoptar la energía nuclear imprescindible no es solo una decisión técnica, sino un compromiso estratégico: reducir emisiones, asegurar la estabilidad energética y proteger comunidades vulnerables frente al cambio climático. Cada país debe evaluar su mix energético con responsabilidad, ponderando seguridad, costes, impacto ambiental y social.
Mirando hacia el mañana para tomar acción hoy
La energía nuclear tiene el potencial de transformar el panorama energético global: contribuir significativamente al logro de los objetivos del Acuerdo de París, apoyar la resiliencia climática y diversificar fuentes. Sin embargo, para que ese potencial se cumpla, son indispensables políticas claras, financiamiento robusto y transparencia en seguridad. Sólo así la energía nuclear no será una posibilidad, sino una herramienta estratégica en la misión compartida de un futuro sostenible.
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