Cuando se trata de viajes por Estados Unidos, las opciones suelen girar en torno a íconos conocidos. Pero existen otras rutas posibles, aquellas que trazan rutas hacia lugares con alma, estética y una propuesta sofisticada que rehuye las multitudes. Desde islas sin autos hasta pueblos victorianos con alma creativa, esta selección es una invitación a explorar un lujo más sutil: el de lo inesperado.
Ojai Valley, California: bienestar sensorial bajo la luz dorada
Ojai es la definición californiana de “slow luxury”. Campos de naranjos, tiendas de diseño local, spas de clase mundial y atardeceres que pintan las montañas de rosa componen su paisaje. El Ojai Valley Inn, con su enfoque holístico y su arquitectura integrada al entorno, eleva la experiencia a un retiro sin pretensiones pero con alma.
Newport, Rhode Island: opulencia costera al estilo Gilded Age
Con mansiones que parecen salidas de un set de The Great Gatsby, Newport ofrece una mirada íntima a la era dorada de Estados Unidos. Elegante y discreta, esta ciudad portuaria vibra entre yates, jardines centenarios y hoteles como Castle Hill Inn, que dominan el Atlántico con gracia y sobriedad.
Cumberland Island, Georgia: aislamiento con historia y caballos salvajes
Solo accesible en ferry, sin autos ni tiendas, Cumberland Island es un susurro del pasado. Entre dunas y robles cubiertos de musgo habitan ruinas de la familia Carnegie y caballos en libertad. El Greyfield Inn propone una experiencia de desconexión total, sin renunciar al encanto sureño ni a la hospitalidad refinada.
Port Townsend, Washington: inspiración frente al mar
Este pueblo victoriano, atrapado entre la bruma del Pacífico y los Montes Olímpicos, seduce a creativos y viajeros sensibles. Con arquitectura histórica, librerías independientes y el Manresa Castle Hotel como base, Port Townsend ofrece una escapada entre arte, leyendas y horizonte marino.
Ely, Nevada: astroturismo y nostalgia del viejo oeste
Tierra de trenes de vapor, murales callejeros y cielos que parecen lienzos. Ely combina historia minera con uno de los mejores cielos nocturnos del país. Perfecto para quienes buscan autenticidad, silencio y conexión cósmica.