CHANEL MÉTIERS D’ART 2026: ARTESANÍA Y VISIÓN DIGITAL EN UNA NUEVA YORK QUE RESPLANDECE

En Nueva York, Chanel presentó Métiers d’Art 2026: una sinfonía de artesanía histórica, innovación visual y estética elevada que confirma su liderazgo en el lujo global.

por:  Redacción
Hace 2 horas
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La noche neoyorquina adquirió un ritmo distinto. Era como si la ciudad, acostumbrada a la aceleración constante, contuviera el aliento por unos minutos. En un espacio industrial reconvertido, Chanel preparaba un escenario donde la tradición artesanal francesa y la modernidad más audaz estaban a punto de encontrarse. No había estridencia; había expectación, precisión y un aura cinematográfica que anunciaba que algo especial estaba por suceder.

El valor eterno del savoir-faire

Desde 2002, Métiers d’Art funciona como el homenaje anual de Chanel a los oficios que sostienen la haute couture. Lesage, Lemarié, Desrues, Massaro o Goossens no son nombres decorativos: son custodios de técnicas que requieren tiempo, paciencia y sensibilidad.
La edición 2026 reafirmó esa herencia con prendas que hablan en lenguaje propio. Los bordados tridimensionales fluyen como esculturas textiles. Las chaquetas muestran estructuras sutiles, casi arquitectónicas. Los juegos de luz en las telas transparentes revelan un dominio absoluto del detalle.

La armonía entre tradición y evolución quedó visible en cada look. Chanel no hace retrospectiva; hace continuidad, un puente entre la memoria creativa y la necesidad de interpretar el presente con herramientas nuevas.
A diferencia de otras casas que se inclinan hacia narrativas futuristas, Chanel utiliza la artesanía como brújula. No como ancla.

Nueva York: un escenario que respira modernidad

El regreso de Chanel a Nueva York —la maison ya había elegido la ciudad para Métiers d’Art 2005/06— subraya su relevancia como epicentro cultural. No solo por su energía, sino por su capacidad para acoger distintos lenguajes estéticos sin perder identidad.

La colección se sintió como un diálogo directo con la geografía vertical de Manhattan. Las líneas bordadas evocaron rascacielos estilizados. Los tonos metálicos recordaron la luz que se derrama sobre los puentes al atardecer. El blanco y negro, insignia de Gabrielle Chanel, adquirió un movimiento nuevo, más gráfico, más vibrante.

Presentar Métiers d’Art aquí no solo amplifica el impacto mediático; también envía un mensaje claro: el lujo contemporáneo debe aspirar a la universalidad sin dejar atrás sus raíces.
Nueva York, en este sentido, es una metáfora viva del equilibrio entre intensidad, creatividad y sofisticación.

El video con CHROMA: una nueva dimensión estética

Uno de los momentos más comentados de la presentación fue el lanzamiento del video conceptual creado para acompañar Métiers d’Art 2026. Chanel optó por una narrativa visual basada en técnicas CHROMA, una herramienta utilizada en cine y artes visuales para manipular color, luz y composición digital con una precisión casi quirúrgica.

En lugar de emplear CHROMA como fondo verde tradicional, el equipo creativo transformó esta tecnología en un recurso estético: capas de color que reaccionan a los movimientos de las prendas, destellos que amplifican texturas y tonalidades, y una iluminación calibrada que envuelve las siluetas en un ambiente inmersivo.
La técnica permitió que bordados, lentejuelas y tejidos artesanales cobraran vida en pantalla con una profundidad que recuerda a instalaciones museísticas.

El resultado es un video que no busca reproducir el desfile, sino explorar la sensibilidad de la colección desde un lenguaje visual propio, donde la artesanía francesa se interpreta a través de gradientes luminosos y atmósferas que intensifican el carácter de cada pieza.

La decisión refleja una tendencia creciente en el lujo: las maisons no solo producen moda; también construyen experiencias audiovisuales que expanden su universo creativo.


Una ruta que dialoga de forma natural con las narrativas inmersivas exploradas en artículos como El lujo gamer y la nueva era de experiencias digitales premium, donde analizamos cómo las tecnologías visuales se convierten en extensiones artísticas del lujo contemporáneo.

La precisión del detalle: cuando la artesanía se vuelve movimiento

La artesanía en Métiers d’Art 2026 no se queda en el simbolismo. Tiene cuerpo, movimiento y ligereza.
Lesage presentó bordados que parecen flotar, casi ingrávidos.
Lemarié integró flores y plumas con una suavidad que desafía lo estructural.
Massaro renovó la silueta clásica del zapato Chanel con materiales flexibles que optimizan el confort sin sacrificar elegancia.
Goossens experimentó con metal dorado y formas orgánicas inspiradas en el arte modernista.

Este nivel de ejecución solo es posible cuando existe un ecosistema creativo que protege saberes pero también impulsa innovación. Chanel tiene esa estructura. Sus artesanos trabajan con herramientas tradicionales, pero abrazan la experimentación como una extensión natural de su oficio.

La maison insiste: la verdadera artesanía no compite con la tecnología. Convive con ella. La perfección está en la armonía.

El lenguaje de la ciudad: ritmo, energía y contraste

La coreografía del desfile transmitió la esencia de Nueva York. Modelos que avanzan con determinación, música electrónica contenida, iluminación que oscila entre el minimalismo y la teatralidad.

El venue —industrial, luminoso, sin estridencias— permitió que las prendas ocuparan el centro sin distracciones.
Ese minimalismo urbano es clave para entender cómo Chanel interpreta el lujo hoy:
elegancia precisa, formas depuradas, sofisticación que no necesita exageración.

En esta visión del lujo arquitectónico y sensorial, encontramos eco en el artículo sobre el nuevo cine privado de ultra-lujo, donde exploramos cómo la arquitectura, la tecnología y el diseño convergen para crear experiencias envolventes. Chanel, en su propio territorio, realiza esa misma convergencia, pero desde la moda.

Una narrativa global que evoluciona

Chanel Métiers d’Art 2026 deja claro que la artesanía francesa no vive aislada. Es un lenguaje que se adapta, se desplaza y se reinventa según el contexto.
La maison demuestra que, incluso frente a audiencias acostumbradas a estímulos constantes, la precisión manual sigue provocando asombro.

La elección de Nueva York, sumada al despliegue visual con CHROMA, ofrece una nueva lectura del lujo: uno que se basa en emociones elevadas y presencia estética absoluta.
La colección no revive el pasado; lo reinterpreta. Y en esa reinterpretación está su fuerza.

El futuro del lujo según Chanel

Mientras la industria experimenta con inteligencia artificial, producción acelerada y ecosistemas digitales, Chanel apuesta por una visión distinta.
Su modelo combina tradición y tecnología sin jerarquizarlas. La artesanía no es una reliquia: es una promesa de permanencia.
El universo digital no es un reemplazo: es un amplificador de belleza.

En un mercado donde los consumidores buscan autenticidad, profundidad narrativa y experiencias multisensoriales, Chanel se mantiene como referente absoluto. Su capacidad para transformar técnicas centenarias en propuestas contemporáneas es, probablemente, su mayor ventaja competitiva.

Métiers d’Art 2026 confirma que el lujo del futuro será híbrido. No será solo prenda, tampoco solo experiencia digital. Será una combinación coherente de ambas dimensiones, conectadas por un hilo narrativo que exprese intención, emoción y excelencia.

Chanel lo entiende mejor que nadie. Por eso, cada nueva edición de Métiers d’Art se siente como una declaración estética: una brújula capaz de orientar hacia dónde se mueve el lujo global.