Una raíz que se convierte en legado
En el silencio ritual de un telar de cintura, en la textura viva del barro negro o en la luz que atraviesa una flor inmortal, México guarda un pulso ancestral que sigue transformando el presente. Fundación Semillas surge en ese punto exacto: donde la tradición se convierte en futuro y la excelencia artesanal adquiere un lenguaje contemporáneo.
Donde inicia el relato: una filantropía con propósito
Fundación Semillas es una plataforma cultural que acompaña, capacita y proyecta a los grandes creadores del país a través del Premio Semillas y la Cumbre Semillas, dos iniciativas que, desde la filantropía del lujo, buscan fortalecer el impacto social del talento biocultural mexicano.
Con sede en Casa Abierta Monte (CAM) —un edificio histórico del Centro de la Ciudad de México restaurado para convertirse en un espacio vivo de creatividad y pensamiento colectivo— la fundación ofrece un modelo de apoyo artístico que une excelencia, formación, mercado y comunidad. Según el comunicado oficial, CAM funciona como “una plataforma viva para el intercambio cultural, científico y artístico” y exhibe obras de más de cien creadores en espacios como Estación Monte .
Esta visión se diferencia por su carácter integral: no se limita a entregar un reconocimiento; construye un ecosistema donde el creador puede crecer, dialogar, aprender y proyectarse.
Premio Semillas: la excelencia como brújula
El Premio Semillas, celebrado en Oaxaca del 1 al 3 de noviembre, honra a los artesanos y artistas cuya obra encarna el futuro del patrimonio mexicano. La edición se enmarca en “Ofrenda y Herencia”, dentro de Casa Hecho en Oaxaca.
El jurado —integrado por figuras fundamentales del arte popular y la curaduría— ratifica la seriedad y prestigio de esta distinción:
Cándida Fernández de Calderón, presidenta del World Crafts Council México.
Natalia Herrera Salgado, directora general de Atelier Cultural México–París.
Tomás Alía, diseñador y activista cultural.
Rocío Blázquez, responsable del Programa de Apoyo al Arte Popular en Fomento Cultural.
El galardón reconoce disciplinas que entrelazan arte popular, diseño, ciencia, cultura e impacto social, consolidando a Fundación Semillas como un referente de excelencia comprobable dentro del panorama cultural del país .
La ceremonia, celebrada en la Real Alhóndiga de Antequera, integra no solo premiación, sino un formato editorial excepcional: una entrevista íntima entre Cándida Fernández y Tomás Alía, donde el diálogo revela la trayectoria del diseñador español y su vínculo profundo con la artesanía mexicana.
Cumbre Semillas: formación, comunidad y futuro
Entre el 5 y el 8 de noviembre, la Cumbre Semillas reunió a 14 creadores del país en un encuentro inmersivo con expertos nacionales e internacionales.
En la Universidad Iberoamericana, los participantes reciben formación en diseño de marca, fotografía de producto, comunicación digital y visual merchandising, de la mano de perfiles clave como:
Marimar Barrientos, directora de The Editorial México.
María José Zavala, fotógrafa y gestora cultural.
Paulina Cuevas Sada, directora regional de visual merchandising en LVMH .
Estos espacios se complementan con conversatorios en el Museo de Arte Popular con figuras como Walther Boelsterly, su director, y Gerardo Gómez, coordinador de museografía; además de diálogos con referentes del arte y el diseño, como Graciela Iturbide, Marilú Hernández, Tomás Alía y Cándida Fernández.
La Cumbre Semillas no es un congreso: es una residencia de pensamiento donde la excelencia artesanal dialoga con la industria creativa, la academia y la filantropía. Este intercambio es, quizá, el mayor valor del programa: artistas que rara vez coinciden en un mismo espacio construyen nuevas posibilidades de colaboración.
Los protagonistas: maestría que sostiene la identidad
El Capítulo Oaxaca reconoce a 12 maestros artesanos de excelencia, acompañados por un creador del interior del país y otro de la Ciudad de México. Entre ellos destacan:
Liliana Palafox, telar de cintura en San Mateo del Mar.
Laura Raymundo, flor inmortal en San Antonino Castillo Velasco.
María del Carmen Jiménez, tallado de madera en San Antonio Arrazola.
Braulio Luna, bordador y tejedor zapoteco en Juchitán.
Moisés Martínez, sericultor y tejedor de seda en San Pedro Cajonos.
Devany Gutiérrez, maestra cartonera en Gustavo A. Madero.
Carlomagno Pedro, maestro del barro negro y director del MEAPO.
Jaziel López, tejedor amuzgo en Xochistlahuaca .
Cada uno representa una herencia viva que evoluciona sin perder raíz. Su obra confirma que la artesanía mexicana no es un gesto nostálgico, sino un motor económico, cultural y simbólico con proyección internacional.
Casa Abierta Monte: un hogar para la imaginación
El corazón conceptual de Fundación Semillas es Casa Abierta Monte, un edificio histórico restaurado con precisión para convertirse en un espacio que respira arte, ciencia y naturaleza. Su manifiesto es contundente: “un mejor México es posible a través de la unión, el talento y el compromiso de todos” .
En un país donde las industrias culturales enfrentan retos de visibilidad y profesionalización, CAM se erige como un puente entre tradición y futuro:
— Un espacio donde se exhiben más de cien creadores.
— Un punto de encuentro para artesanos, pensadores y emprendedores.
— Un laboratorio para el pensamiento colectivo y la imaginación.
Es la expresión más pura de la filantropía del lujo: aquella que no impone, sino que acompaña; que no presume, sino que transforma.
Un futuro tejido con propósito
Fundación Semillas proyecta un nuevo modelo de apoyo cultural: uno que entiende el lujo como responsabilidad creativa y el patrimonio como una plataforma de innovación. Su visión de filantropía —elegante, consciente y profundamente conectada con la identidad mexicana— anticipa una era donde la excelencia artesanal dialoga con la tecnología, los viajes y las nuevas narrativas del bienestar.
El porvenir es claro: el lujo que viene no solo se admira; se preserva, se acompaña y se cultiva.
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