En el interior de Casa Izel, la luz cálida se posa sobre mesas de madera oscura mientras un aroma a maíces criollos y hierbas nativas se diluye en el aire. El ritmo del servicio es sereno, casi ceremonial. Aquí, en pleno corazón de la Roma, Xuna recibe al visitante como lo hace una anfitriona elegante: con historia, carácter y un gesto que invita a descubrir México desde el primer bocado.
Xuna: la Gran Señora que nace de nuestras raíces
Xuna significa “Gran Señora” en lengua maya, un nombre que enmarca la esencia del proyecto: un homenaje a la herencia culinaria mexicana y a las mujeres que, generación tras generación, han sostenido la identidad gastronómica del país.
Según su visión oficial, Xuna “nace del corazón de nuestra historia y de un legado culinario que rinde homenaje a la cocina mexicana”. Esa raíz se convierte en hilo conductor de cada plato, donde ingredientes nativos, técnicas ancestrales y relatos culinarios conviven con libertad y precisión.
Ubicado dentro de Casa Izel, un refugio urbano donde historia y contemporaneidad dialogan en armonía, el restaurante se convirtió en un espacio gastronómico, creativo y cultural. Cada detalle —colores, aromas, ritmo, técnica— expresa esta dualidad: honrar el pasado mientras se celebra el presente.
La visión del chef Jonatán Gómez Luna: tradición guiada por maestría
Xuna se fortalece bajo la dirección de Jonatán Gómez Luna, uno de los nombres más influyentes de México en la escena culinaria contemporánea. Reconocido como Chef Mentor 2025 de la Guía Michelin México, su enfoque combina rigor técnico, sensibilidad artística y un profundo respeto por la tradición.
Su propuesta es clara:
reinterpretar la cocina ancestral sin perder su alma, amplificando sabores, potenciando texturas y dando nueva vida a ingredientes que han definido nuestra identidad.
En Xuna, cada plato entrelaza memoria e innovación. Las recetas originarias se transforman con maestría; las técnicas nativas encuentran diálogos con procesos contemporáneos; los ingredientes cobran protagonismo sin caer en artificios.



El resultado: una cocina que no busca sorprender por exceso, sino conmover desde la raíz.
El menú: un relato de territorio, historia y creatividad
El menú de Xuna funciona como una narrativa sensorial. No son simples preparaciones: son fragmentos de historia, reinterpretaciones que honran a las cocineras tradicionales y a los saberes que han construido la identidad culinaria de México.
Cada plato es memoria, pero también evolución:
- Maíces nativos tratados con técnicas modernas.
- Chiles endémicos que revelan complejidades inesperadas.
- Caldos, fermentos y fondos elaborados con precisión quirúrgica.
- Ingredientes del territorio que se renuevan sin perder esencia.
La experiencia no es lineal: es un recorrido que revela México desde diferentes miradas —lo rural, lo ritual, lo cotidiano, lo ancestral— traducido en una estética contemporánea.
Una visita a Xuna trasciende lo gastronómico. Es un viaje emocional que explora los hilos que unen territorio, memoria y creatividad.
Casa Izel: el escenario donde la tradición encuentra su voz moderna
Xuna se enclava en Casa Izel, un espacio donde la arquitectura, el arte y la historia conviven con una sensibilidad moderna. Este entorno no solo embellece la experiencia: la potencia.
El diseño interior apuesta por la elegancia discreta:
- tonos cálidos,
- materiales naturales,
- iluminación íntima,
- acentos que evocan territorio.
El restaurante se integra como parte de una narrativa mayor: la de un México sofisticado, contemporáneo y profundamente conectado con sus raíces. El ambiente permite una inmersión total en la experiencia culinaria, reforzando la intención del chef: que cada plato se sienta como un acto de memoria y reinvención.

Una experiencia que honra el pasado y celebra el presente
Xuna trasciende la idea de restaurante. Es un espacio donde convergen técnica, sensibilidad y herencia. Su visión transforma cada visita en un recordatorio de la profundidad cultural de México y del talento que impulsa a su cocina hacia nuevas fronteras.
La narrativa oficial lo resume con claridad:
“Cada plato es memoria; cada creación, un relato que honra a las cocineras que nos preceden y celebra las raíces que nos inspiran.”
Esa intención se siente en cada elemento —desde el servicio hasta la ejecución técnica— consolidando a Xuna como una de las propuestas más relevantes de la cocina contemporánea en Ciudad de México.
Para el viajero internacional y para el comensal local, Xuna se presenta como un encuentro con la Gran Señora de la cocina mexicana: una anfitriona que inspira, conmueve y trasciende.
Un horizonte que continúa creciendo
La evolución de Xuna apenas comienza. Con la guía de Jonatán Gómez Luna y el respaldo cultural de Casa Izel, el restaurante se perfila para convertirse en un referente nacional e internacional de cocina mexicana contemporánea.
Xuna invita a mirar hacia adelante sin perder de vista las raíces. Una oda al territorio, al tiempo y al talento mexicano. Una experiencia que no solo se disfruta: se atesora.
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