Viajes regenerativos: el nuevo lujo de devolver más de lo que tomas

El nuevo lujo no está en poseer, sino en devolver. Los viajes regenerativos promueven experiencias de alta gama que restauran el entorno y revitalizan culturas locales. De Costa Rica a México, el turismo consciente se convierte en motor de regeneración.

por:  Redacción
NOVIEMBRE 06 , 2025
petróleo y energía
Selva tropical verde, Costa Rica, América Central; Depositphotos
Selva tropical verde, Costa Rica, América Central; Depositphotos
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Un lujo que deja huella… positiva

En la era del exceso, el verdadero privilegio ya no consiste en acumular experiencias, sino en regenerarlas. Los viajes regenerativos emergen como una de las mayores tendencias del lujo contemporáneo: un movimiento que propone dejar los destinos mejor de como se encontraron. No se trata solo de “viajar sin dañar”, sino de “viajar para sanar”.

Según datos del Global Wellness Institute, las búsquedas relacionadas con “regenerative travel” crecieron más del 80 % en 2025, impulsadas por una nueva generación de viajeros de alto poder adquisitivo que buscan propósito, autenticidad y bienestar integral.

Hoteles como Six Senses, Nayara Tented Camp o One&Only Mandarina encarnan esta visión: cada estancia es una contribución directa a la restauración ambiental y cultural de su entorno.

El viaje como acto de restauración

Los viajes regenerativos van más allá del turismo sostenible. Mientras el turismo sostenible busca reducir impactos, el regenerativo crea beneficios netos. En Costa Rica, Nayara Tented Camp reforestó más de 30 hectáreas de selva tropical con especies nativas, creando corredores biológicos para perezosos y aves.

En México, One&Only Mandarina (Riviera Nayarit) trabaja con comunidades locales en programas de educación ambiental y conserva más de 80 hectáreas de bosque tropical sin urbanizar. Su arquitectura biofílica, diseñada para integrarse con el paisaje, demuestra que el lujo puede coexistir con la conservación.

El grupo Six Senses, por su parte, ha convertido su modelo de hospitalidad en un laboratorio vivo: cada resort mide su impacto regenerativo, desde energía solar hasta agricultura orgánica. En lugares como Six Senses Laamu (Maldivas), los huéspedes participan en proyectos de restauración de arrecifes y limpieza de playas.

Lujo ecológico y conciencia social

El lujo ecológico redefine la relación entre confort y responsabilidad. Ya no basta con ofrecer spa y vistas al mar; ahora el valor reside en el impacto positivo generado.

Los viajeros buscan transparencia: quieren saber si los productos del hotel son locales, si el agua se reutiliza o si las comunidades vecinas participan del beneficio económico. De ahí que marcas como Beyond Green o Regenerative Travel agrupen propiedades auditadas bajo criterios ambientales y sociales verificables.

En África, por ejemplo, Segera Retreat (Kenya) integra arte contemporáneo con conservación de fauna, y financia proyectos de energía solar para aldeas cercanas. En Europa, Son Bunyola (Mallorca) —propiedad de Virgin Limited Edition— opera con energía 100 % renovable y mantiene olivares históricos mediante técnicas regenerativas.

Depositphotos
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El bienestar como motor de cambio

El auge de los viajes regenerativos también responde a un cambio de mentalidad: el bienestar personal está conectado al bienestar del planeta. Las experiencias de lujo ahora integran prácticas de mindfulness, gastronomía local, y arquitectura bioclimática.

En resorts como Nayara Springs, cada masaje o ritual de spa se acompaña de iniciativas de conservación. “No hay desconexión posible sin respeto por la naturaleza”, afirma su directora de sostenibilidad, alineada con el principio de que el lujo del futuro será medible en impacto positivo.

El diseño biofílico —espacios que “respiran” con su entorno— es ya un símbolo del nuevo lujo: madera certificada, techos verdes, ventilación natural y uso de materiales vivos como bambú o cal natural. Cada elemento busca armonizar el cuerpo con el ecosistema.

Viajar con propósito: el futuro del turismo de lujo

El turismo regenerativo se perfila como la evolución natural del turismo sostenible. Para los hoteles y destinos, representa una oportunidad estratégica: atraer a un público dispuesto a pagar más por experiencias significativas y medibles en su impacto.

De acuerdo con Virtuoso, las reservas en propiedades con certificaciones ambientales crecieron un 31 % en el último año. Además, los viajeros millennials y de la generación Z —ya con alto poder adquisitivo— privilegian marcas que reflejan valores personales, no solo estatus.

Las alianzas entre marcas de lujo, ONG y comunidades locales están redefiniendo la narrativa del turismo: la exclusividad ya no se mide en acceso, sino en contribución.

Un lujo que transforma el planeta y la mirada

El verdadero lujo del siglo XXI no es escapar del mundo, sino mejorarlo al recorrerlo. En un contexto de crisis climática y sobrecarga turística, los viajes regenerativos ofrecen una alternativa esperanzadora: experiencias que alimentan tanto al viajero como al planeta.

Dejar una huella positiva no es solo una tendencia, es una responsabilidad compartida. Viajar con propósito significa invertir en belleza duradera: la de los ecosistemas restaurados, las culturas vivas y los recuerdos que transforman.

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