En los pasados 15 y 16 de mayo de 2025, el Museo del Agua en Tehuacán, Puebla, se convirtió en la sede del Segundo Encuentro de la Comunidad de Aprendizaje en Energías Comunitarias. El evento congregó a 19 iniciativas provenientes de Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca, Jalisco, Campeche y Puebla, así como representantes del sector público y organismos internacionales, con la ambiciosa meta de definir las bases para una revolución energética desde las comunidades
Innovación comunitaria y co-beneficios tangibles
El primer día se caracterizó por talleres facilitados por la GIZ, orientados a establecer sistemas de medición de los múltiples beneficios de estos proyectos: ahorro económico, empleos verdes, reducción de la pobreza energética, equidad de género y disminución de emisiones de CO₂ Ejemplos como el bombeo solar itinerante de Alternativas, el hielo solar de la Cooperativa Manuel Cepeda y el frío solar de Wotoch Aayin evidencian el alcance de estas innovaciones territoriales, donde la comunidad diseña, implementa y aprende en conjunto
Además, se construyeron maquetas colaborativas con impresión 3D asistida por IA. Estas visualizaciones sirvieron de base para mesas de diálogo con instituciones gubernamentales y de cooperación, enfocadas en superar barreras ambientales, tecnológicas y de financiamiento. Durante la dinámica “¡Chispas!», los actores compartieron errores y aprendizajes; aprendieron que reconocer fallos es tan valioso como celebrar éxitos
Territorio y tecnologías vivas: un enfoque integral
El segundo día llevó a los asistentes por una ruta exploratoria del Museo del Agua, revelando sistemas de captación hídrica tradicionales en Oaxaca y Puebla. Más adelante, se visitaron iniciativas de Quali en cultivos de amaranto y su transformación, así como prototipos de bombeo solar móvil que abonan a la resiliencia climática en la región semiárida
También se exploraron tecnologías tradicionales adaptadas con innovación, como estufas eficientes de biomasa destinadas a secado de madera en Pueblos Mancomunados, y sistemas limpios en la Escuela de Agricultura Ecológica de Maní, que integran energías renovables con producción agroecológica
Alianzas con institucionalidad para escalar soluciones
El encuentro contó con la participación de representantes de SENER, INAES, GIZ, DGRV, CMEI y del IDEEA, quienes dialogaron directamente con las comunidades Este espacio permitió tender puentes entre innovación comunitaria y gobernanza pública, elevando propuestas específicas para fortalecer la transición energética con justicia social y territorialidad.
Aprendizajes clave para una transición justa
- Empoderamiento comunitario: Las comunidades ya están generando soluciones energéticas coherentes con su realidad cultural y ecológica.
- La innovación es un proceso colectivo: La utilización de errores como decisiones resilientes fortalece las iniciativas.
- Necesidad de políticas integrales: Para escalar proyectos, se requiere compromiso institucional, financiero y técnico desde los gobiernos.
- Enfoque de co-beneficios: La transición energética no es solo técnica: es también oportunidad para equidad, empleo y bienestar comunitario.
Una mirada colectiva hacia la energía qué transforma
La revolución energética desde las comunidades no es un sueño distante: es una realidad tangible en México. Los proyectos presentados en Tehuacán muestran que, si se combinan tecnologías limpias, saberes locales y voluntad institucional, es posible construir una transición energética justa, inclusiva y sostenible. Este modelo comunitario responde a los retos globales y nacionales: pobreza energética, cambio climático, y dependencia de combustibles fósiles. Representa un camino valioso hacia una nueva visión donde la energía es herramienta de dignidad y autonomía colectiva.
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