La Semana de la Energía se ha consolidado como el evento más relevante del sector energético en América Latina y el Caribe. Su décima edición, organizada por la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), se celebrará del 30 de septiembre al 3 de octubre de 2025 en Santiago de Chile, reuniendo a los principales líderes del sector público, privado, académico y organismos multilaterales. Más que una conferencia, esta cita representa una plataforma estratégica para el diálogo técnico y político en torno a la transición energética justa, segura y sostenible.
Una década impulsando la cooperación energética regional
Desde su primera edición en 2016, la Semana de la Energía se ha posicionado como un espacio donde los 27 países miembros de OLADE se encuentran para alinear visiones, compartir experiencias y diseñar soluciones conjuntas frente a los desafíos energéticos de la región. El evento combina sesiones plenarias de alto nivel, paneles técnicos, mesas de trabajo y foros paralelos, permitiendo una interacción fluida entre formuladores de políticas, ejecutivos del sector, sociedad civil y comunidad científica.
En su edición 2025, la agenda abordará temas clave como la planificación energética regional, la digitalización del sector eléctrico, la descarbonización, la inteligencia artificial y la inclusión social en la transición energética. Entre los ponentes confirmados destacan ministros de energía, directores de agencias multilaterales, académicos de prestigio y representantes de empresas tecnológicas globales.
Descarbonización, digitalización y diversidad: los ejes del debate
Uno de los ejes centrales de la X Semana de la Energía será la descarbonización de los sistemas energéticos, con énfasis en cómo avanzar hacia matrices más limpias y resilientes. Se explorarán experiencias exitosas de países que han incrementado significativamente la participación de fuentes renovables, así como los obstáculos estructurales para dejar atrás los combustibles fósiles sin comprometer la seguridad energética.
Otro tema crucial será la modernización del sistema eléctrico, con foco en la digitalización, redes inteligentes y automatización de procesos. Se discutirán los retos para adaptar las infraestructuras existentes a tecnologías como almacenamiento, vehículos eléctricos y generación distribuida, sin dejar de lado el impacto de la inteligencia artificial en la operación y gestión del sector.
Asimismo, la inclusión será abordada bajo el concepto de transiciones energéticas justas, promoviendo la incorporación de dimensiones sociales y culturales en las políticas públicas. Esto implica garantizar que las comunidades históricamente marginadas participen en los beneficios de los nuevos modelos energéticos, tanto en términos de acceso como de empleabilidad y participación política.
Hacia una integración energética regional más sólida
La Semana de la Energía también será el escenario para avanzar en la armonización de marcos regulatorios, la planificación conjunta y los proyectos de interconexión eléctrica entre países. La integración energética sigue siendo un objetivo pendiente para América Latina, que a pesar de su abundancia de recursos renovables, carece aún de infraestructura suficiente para compartir excedentes energéticos de manera eficiente.
Este año se espera que se anuncien acuerdos estratégicos para ampliar los corredores eléctricos regionales, así como iniciativas de cooperación técnica entre agencias reguladoras. También se presentarán tecnologías emergentes para la reducción de emisiones, incluyendo hidrógeno verde, captura de carbono y nuevos biocombustibles, como parte de la hoja de ruta para la neutralidad de carbono a 2050.
Por otro lado, se promoverá el papel de la educación, la investigación y la innovación como pilares del cambio estructural, con la participación activa de universidades y centros de desarrollo tecnológico.
Santiago de Chile como epicentro de la transformación energética
Santiago, una ciudad que ha apostado por políticas ambiciosas de electromovilidad, eficiencia energética y descarbonización de su matriz, será sede de esta edición con un mensaje claro: la región necesita acelerar su transición energética y reforzar sus mecanismos de cooperación técnica y financiera. OLADE, como organismo técnico regional, liderará la convocatoria junto a entidades como la CEPAL, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Energía de Chile.
Este evento también coincide con una coyuntura en la que la región busca posicionarse como proveedor estratégico de minerales críticos, energías limpias y talento humano ante la transformación energética global. La X Semana de la Energía será una oportunidad para proyectar a América Latina como actor clave en el nuevo mapa energético internacional.
Un compromiso regional que requiere acción inmediata
La energía no solo es un sector económico: es el corazón del desarrollo sostenible, la inclusión social y la resiliencia climática. La Semana de la Energía 2025 representa un punto de inflexión para consolidar una visión común, basada en evidencia, cooperación y compromiso político. La urgencia de actuar es clara, y el tiempo para tomar decisiones transformadoras es ahora.
Santiago será el epicentro de ese impulso. Participar en la X Semana de la Energía es ser parte activa del rediseño energético de América Latina y el Caribe.
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