La industria automotriz Mexicana está en alerta luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara la intención de elevar los aranceles a autos importados de 25 a 50%. Con esta medida, cada unidad exportada podría enfrentar un sobrecargo de hasta US$5,000, con efectos inmediatos en precios de venta, competitividad y acceso al mercado estadounidense.
México exporta 2.8 millones de vehículos al año, de los cuales, el 80% tiene como destino Estados Unidos. Por lo que, un incremento arancelario de esta magnitud representa un riesgo de hasta US$10,000 millones en valor agregado, afectando a toda la cadena productiva (plantas, compañías de autopartes, logística y transporte).
Además, el impacto social sería profundo, pues alrededor de 500,000 empleos directos e indirectos podrían verse afectados, poniendo en riesgo cientos de miles de familias en regiones y estados industriales clave de México, desde Chihuahua hasta Puebla y Guanajuato, entre otros.
Compañías como General Motors, Ford, Stellantis, Nissan, BMW y Volkswagen ya evalúan cómo aumentar el contenido regional de sus vehículos para cumplir con los requisitos del T‑MEC y, de esta manera, tener una alternativa frente a los nuevos aranceles. La estrategia de nearshoring y la inyección de inversión extranjera dependen ahora, sobre todo, de la capacidad de México para responder con políticas industriales firmes.
Tanto la Industria Nacional de Autopartes (INA) —que representa a más de 700 plantas manufactureras de autopartes con operaciones en la República— y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) han activado esfuerzos de cabildeo para intentar frenar la medida. Su objetivo es no sólo proteger empleos, sino evitar una ruptura estructural en la integración productiva regional.
En caso de que esta iniciativa de Donald Trump se concrete, la defensa de la cadena automotriz debe ser una prioridad estratégica que, de no atenderse debidamente, podría costarle a México parte importante de su Producto Interno Bruto (PIB). Hay que considerar que la industria automotriz aporta alrededor del 4% del PIB nacional.
Industria automotriz mexicana en alerta máxima
Trump propuso elevar aranceles a autos importados de 25 a 50%, impactando en 80% de los 2.8 millones de vehículos exportados por México y en medio millón de empleos.
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