Colombia frente al desafío del gas: inversión en renovables y riesgos de desabastecimiento en 2025 - Petróleo y Energía

Colombia frente al desafío del gas: inversión en renovables y riesgos de desabastecimiento en 2025

La transición energética en Colombia en 2025 se encuentra en un punto crítico. Mientras la inversión en energías renovables crece, el país enfrenta retos significativos para garantizar el suministro de gas natural, esencial para su matriz energética

JUNIO 04 , 2025
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A mayo de 2025, Colombia se encuentra en una encrucijada energética que pone en tensión su compromiso con la transición hacia fuentes renovables y la seguridad del suministro de gas natural, componente fundamental de su matriz energética. El gas natural representa cerca del 45% del consumo energético del país, abasteciendo desde generación eléctrica hasta industrias y hogares, lo que convierte su disponibilidad en un asunto crítico para la estabilidad económica y social.

Pese al avance sostenido en proyectos de energía solar y eólica, con aumentos anuales en capacidad instalable que superan el 15% según datos de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME, 2025), el gas sigue siendo indispensable para asegurar la continuidad y la calidad del suministro eléctrico, especialmente en periodos de baja producción renovable o en regiones donde la infraestructura renovable aún es limitada.

La inversión en renovables: un paso necesario pero insuficiente

El gobierno colombiano ha incrementado el ritmo de inversión en energías limpias, promoviendo subastas para nuevas plantas solares y eólicas, e impulsando reformas regulatorias para facilitar la entrada de proyectos privados al mercado energético. Esta dinámica ha logrado captar interés de inversionistas internacionales y mejorar la diversificación de la matriz energética.

Sin embargo, la capacidad renovable instalada todavía no puede sustituir plenamente la demanda energética respaldada por el gas natural, que a su vez depende en gran medida de la producción interna y las importaciones de gas de países vecinos como Venezuela. Las restricciones en estas últimas, combinadas con una caída gradual en los volúmenes extraídos de campos maduros, han elevado la preocupación sobre la posibilidad de desabastecimiento en los próximos años.

Riesgos concretos de desabastecimiento

El balance energético de Colombia para 2025 muestra un estrecho margen entre la oferta y la demanda de gas natural. Los informes técnicos de la UPME advierten que sin nuevas inversiones en exploración y producción, y sin una mayor integración regional para asegurar importaciones confiables, el país podría enfrentar interrupciones o aumentos en los costos del gas, que se trasladarían a los consumidores finales y la industria.

Esta situación se agrava ante eventos climáticos extremos, como sequías prolongadas que reducen la generación hidroeléctrica, obligando a un mayor uso de plantas térmicas a gas. Así, la dependencia del gas se vuelve más marcada, y la vulnerabilidad del sistema se incrementa.

Estrategias para mitigar el riesgo y acelerar la transición

Para afrontar estos retos, las autoridades colombianas han planteado un enfoque dual. Por un lado, fortalecer el sector del gas natural mediante incentivos a la exploración y explotación, modernización de infraestructuras y acuerdos de cooperación energética con países vecinos. Por otro, acelerar la integración de renovables con sistemas de almacenamiento energético, smart grids y mayor flexibilidad en la operación del sistema eléctrico.

El impulso a tecnologías emergentes, como el hidrógeno verde y el biogás, también figura en las agendas públicas y privadas, apuntando a una diversificación futura que reduzca la dependencia del gas fósil sin comprometer la seguridad energética.

Una encrucijada que define el futuro energético

El desafío del gas en Colombia en 2025 refleja la complejidad inherente a la transición energética en economías con alta dependencia de combustibles fósiles para su desarrollo. La capacidad de equilibrar la inversión en renovables con la garantía de suministro inmediato determinará el rumbo del sector energético colombiano.

El país debe garantizar que su matriz energética evolucione con seguridad, sostenibilidad y eficiencia, evitando los riesgos de desabastecimiento que puedan afectar la economía y el bienestar social. En este proceso, la articulación entre el sector público, privado y la sociedad civil será clave para consolidar un modelo energético resiliente y sostenible.

Sostenibilidad y seguridad: pilares para el futuro energético colombiano

Colombia está en un momento crítico para definir un futuro energético que combine la sostenibilidad ambiental con la seguridad en el suministro. La inversión en renovables es un avance imprescindible, pero no suficiente si no se acompaña de estrategias robustas para garantizar el acceso continuo y estable al gas natural.

El éxito de esta transición dependerá de la capacidad del país para integrar tecnologías innovadoras, fortalecer la infraestructura energética y fomentar un entorno regulatorio que promueva la inversión responsable. Solo así podrá Colombia superar el desafío del gas y avanzar hacia una matriz energética diversificada, segura y respetuosa con el medio ambiente, que responda a las demandas sociales y económicas del presente y las generaciones futuras.

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