¿Cómo se forman los hidrocarburos? Origen geológico, procesos y futuro energético

Los hidrocarburos no son simplemente combustibles: son el resultado de una historia geológica profunda. Explora cómo se forman y qué implicaciones tiene su origen.

JULIO 01 , 2025
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Pocas materias primas han influido tanto en la historia moderna como los hidrocarburos. Imprescindible para la industria, el transporte y la generación eléctrica, la formación de hidrocarburos es un proceso natural que comenzó millones de años antes de que existieran civilizaciones. Comprender su origen no solo arroja luz sobre su valor estratégico, sino también sobre sus límites físicos y las transiciones energéticas en curso.

La historia geológica detrás de los combustibles fósiles

El origen de los hidrocarburos se remonta a entre 300 y 400 millones de años atrás, durante los periodos Paleozoico y Mesozoico. En ese tiempo, extensos mares poco profundos cubrían grandes partes del planeta. En estos ambientes anóxicos —con escasa presencia de oxígeno— se acumulaban restos orgánicos de fitoplancton, zooplancton y vegetación marina.

Estos restos se mezclaban con sedimentos minerales que, al compactarse, formaban una roca madre rica en materia orgánica. A lo largo de millones de años, el calor geotérmico y la presión enterraron estos depósitos a profundidades entre 2,000 y 5,000 metros, transformando la materia orgánica en kerógeno, y posteriormente en petróleo y gas natural. Este proceso se conoce como maduración térmica y puede durar entre 50 y 100 millones de años.

Las cuencas sedimentarias más conocidas por su riqueza hidrocarburífera, como la Cuenca del Golfo de México, la Cuenca del Norte del Mar del Norte o el yacimiento de Permian en Texas, siguen siendo ejemplos activos del resultado de este fenómeno geológico.

Procesos clave y condiciones necesarias para la formación de hidrocarburos

La formación de hidrocarburos requiere una secuencia de condiciones precisas. Primero, una fuente orgánica rica, como algas y plancton, debe acumularse rápidamente en un entorno sin oxígeno para evitar su descomposición. Luego, es esencial el enterramiento por capas de sedimentos que provean presión y calor adecuados. La «ventana del petróleo», situada entre los 60 °C y 120 °C, permite la conversión del kerógeno en petróleo líquido. Para el gas natural, esta temperatura puede alcanzar los 150 °C o más.

No basta con formar petróleo o gas: estos compuestos deben migrar a través de la roca porosa hasta quedar atrapados bajo una roca impermeable, denominada roca sello. Sin esta trampa geológica, los hidrocarburos se perderían hacia la superficie, disipándose o degradándose.

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Además de estos procesos naturales, las técnicas modernas de prospección como la sísmica 3D y la perforación direccional han permitido identificar estructuras profundas donde se concentran estos recursos.

Retos actuales y el futuro de los recursos fósiles

La comprensión científica de cómo se forman los hidrocarburos es clave para proyectar su disponibilidad futura. La Agencia Internacional de Energía (AIE) advierte que, aunque aún existen reservas significativas, muchas de las cuencas convencionales están en declive. Esto ha impulsado el desarrollo de fuentes no convencionales como el fracking (fractura hidráulica), las arenas bituminosas de Canadá y los yacimientos ultraprofundos en Brasil.

Sin embargo, estos métodos implican costos económicos y ambientales mucho mayores, como emisiones de metano, uso intensivo de agua y alto riesgo sísmico. En respuesta, algunas naciones han intensificado su inversión en energías renovables, mientras que otras, como Arabia Saudita o Estados Unidos, duplican su apuesta por tecnologías de captura de carbono para alargar la vida útil del petróleo.

El cambio climático también redefine el papel de los hidrocarburos. Según el IPCC, para limitar el calentamiento global por debajo de 1.5 °C, será necesario dejar sin explotar una gran parte de las reservas actuales. Esto plantea una paradoja: aunque sabemos cómo se forman los hidrocarburos, también sabemos que su uso intensivo compromete el futuro del planeta.

Una historia milenaria que se encuentra en una encrucijada

La formación de hidrocarburos es un fenómeno fascinante que combina química, biología y geología a una escala de tiempo difícil de imaginar. Pero esa misma historia geológica que hizo posible su existencia también impone un límite: no son recursos renovables a escala humana.

A medida que el mundo avanza hacia la descarbonización, entender el origen de los hidrocarburos se vuelve crucial para tomar decisiones informadas. Las soluciones del futuro energético deberán equilibrar la realidad geológica, las urgencias climáticas y la seguridad energética. Quizá el verdadero desafío no sea solo reemplazar estos combustibles, sino repensar el sistema que los hizo imprescindibles.

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