El impacto de la inteligencia artificial en la demanda energética y las políticas públicas en 2025  

En 2025, la expansión de la inteligencia artificial (IA) impulsa una creciente demanda energética, especialmente en centros de datos. Este fenómeno plantea desafíos significativos para las políticas públicas, que deben adaptarse para garantizar un suministro eléctrico estable y sostenible.

JUNIO 10 , 2025
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Crecimiento exponencial del consumo energético impulsado por la IA  

La inteligencia artificial ha experimentado un crecimiento sin precedentes en 2025, impulsando una demanda energética significativa. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), se proyecta que el consumo eléctrico de los centros de datos a nivel mundial se duplique para 2030, alcanzando aproximadamente 945 teravatios-hora (TWh), impulsado en gran parte por la IA.    

Investigaciones indican que la IA podría superar al Bitcoin en consumo energético para finales de 2025, utilizando casi la mitad de la electricidad consumida por los centros de datos globales.    

Desafíos para las políticas públicas y la infraestructura energética  

El aumento en la demanda energética debido a la IA plantea desafíos significativos para las políticas públicas y la infraestructura energética existente. En Estados Unidos, se estima que el consumo de energía por parte de los centros de datos representará casi la mitad del crecimiento en la demanda eléctrica entre ahora y 2030.        

Este incremento ha llevado a algunos estados a ofrecer incentivos fiscales y a flexibilizar regulaciones para atraer inversiones en centros de datos. Sin embargo, también ha generado preocupaciones sobre el impacto ambiental y la sostenibilidad de estas instalaciones.   

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Innovaciones tecnológicas para mitigar el consumo energético

Ante estos desafíos, se están desarrollando soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia energética de los centros de datos. Por ejemplo, la empresa estonia Skeleton Technologies ha introducido el sistema GrapheneGPU, que utiliza supercondensadores de grafeno para estabilizar la demanda energética de las GPUs, reduciendo el desperdicio de energía hasta en un 45%.          

Además, se están explorando tecnologías de refrigeración más eficientes y el uso de energías renovables para alimentar estas instalaciones, con el objetivo de reducir su huella de carbono.  

Perspectivas futuras y recomendaciones para políticas públicas  

El crecimiento de la IA y su impacto en la demanda energética requieren una respuesta coordinada por parte de los responsables de políticas públicas. Es esencial implementar regulaciones que promuevan la eficiencia energética, incentiven el uso de fuentes de energía renovable y aseguren la transparencia en el consumo energético de las empresas tecnológicas.  

Además, se deben considerar inversiones en infraestructura energética para satisfacer la creciente demanda, así como fomentar la investigación y desarrollo de tecnologías que reduzcan el consumo energético de la IA.  

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