Electrificación del transporte redefine la demanda de petróleo - Petróleo y Energía

Electrificación del transporte redefine la demanda de petróleo

En mayo de 2025, la electrificación del transporte emerge como un factor determinante en la disminución de la demanda global de petróleo. Este fenómeno, impulsado por políticas ambientales y avances tecnológicos, está redefiniendo las estrategias de la industria petrolera y acelerando la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.

JUNIO 03 , 2025
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En mayo de 2025, la electrificación del transporte se consolida como un factor clave en la transformación del sector energético global. La creciente adopción de vehículos eléctricos (EVs) está reduciendo significativamente la demanda de petróleo, obligando a la industria a adaptarse a un nuevo panorama donde la sostenibilidad y la eficiencia energética son prioritarias.

Proyecciones de la IEA: una disminución significativa en la demanda de petróleo

La Agencia Internacional de Energía (IEA) estima que, bajo las políticas actuales, la adopción de EVs desplazará aproximadamente 6 millones de barriles de petróleo por día (mb/d) para 2030, y hasta 11 mb/d para 2035. En un escenario más ambicioso, donde se cumplan todos los compromisos energéticos y climáticos anunciados, esta cifra podría alcanzar los 12 mb/d.

Este desplazamiento es impulsado principalmente por la electrificación de vehículos ligeros, seguida por autobuses, camiones y vehículos de dos y tres ruedas. La IEA también señala que la demanda global de petróleo para el transporte por carretera alcanzará su punto máximo alrededor de 2025, marcando un cambio estructural en el consumo energético.

Electrificación del transporte. Depositphotos
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China y Noruega: líderes en la adopción de vehículos eléctricos

China continúa liderando el mercado global de EVs, con ventas proyectadas de aproximadamente 10 millones de unidades en 2024, representando cerca del 45% de todas las ventas de automóviles en el país. Empresas como BYD y NIO están a la vanguardia, impulsadas por políticas gubernamentales favorables y una sólida infraestructura de carga.

Noruega, por su parte, ha logrado que casi el 90% de los nuevos automóviles vendidos en 2024 sean completamente eléctricos. Este éxito se debe a incentivos fiscales, exenciones de impuestos y una red de carga eficiente, incluso en regiones remotas.

Repercusiones en la industria petrolera

La disminución en la demanda de petróleo está afectando directamente a los ingresos de las compañías petroleras, especialmente en los segmentos de refinación y distribución de combustibles. Empresas como Shell, BP y TotalEnergies están diversificando sus operaciones, invirtiendo en infraestructura de carga para EVs y explorando fuentes de energía renovable como la solar y la eólica.

Además, la reducción en la demanda de gasolina y diésel está llevando a una reevaluación de las inversiones en proyectos de exploración y producción, con un enfoque creciente en la eficiencia y la sostenibilidad.

Desafíos y oportunidades en mercados emergentes

En países como India, la electrificación del transporte es vista como una oportunidad para reducir la dependencia del petróleo importado y mejorar la calidad del aire. El director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol, ha enfatizado la importancia de que India se enfoque en la electrificación de la movilidad para asegurar su futuro energético.

Sin embargo, la adopción de EVs en mercados emergentes enfrenta desafíos como la falta de infraestructura de carga, costos iniciales elevados y la necesidad de políticas gubernamentales sólidas para fomentar la transición.

Perspectivas a largo plazo: una transición inevitable

A pesar de las fluctuaciones en la adopción de EVs en diferentes regiones, la tendencia global hacia la electrificación del transporte es clara e irreversible. Las proyecciones indican que, para 2040, los EVs podrían representar más de la mitad de las ventas de automóviles nuevos a nivel mundial, reduciendo aún más la demanda de petróleo.

Esta transición no solo tiene implicaciones económicas, sino también ambientales, al contribuir significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y al avance hacia un futuro energético más sostenible.

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