Energías limpias generarán 38 millones de empleos en 2030 -

Energías limpias generarán 38 millones de empleos en 2030

La transición energética global ya genera 16 millones y, para 2030, se esperan 9 millones en América Latina y más de 434,000 en México.

JUNIO 03 , 2025
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Depositphotos_Empleo_Energías_Limpias
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La evolución energética del siglo XXI hacia un modelo más sustentable en cuanto a la generación eléctrica también se consolida como uno de los motores más dinámicos de empleo a nivel global. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), en 2023 el sector de energías limpias empleó a 16.2 millones de personas en el mundo, un máximo histórico impulsado por la expansión solar, eólica y de nuevas tecnologías como el hidrógeno verde.

Si los países mantienen y aceleran sus estrategias de transición, el número de empleos podría superar los 38 millones para el año 2030. Esta cifra representa más del doble del registro actual y sería el reflejo tanto del crecimiento tecnológico, como del potencial económico de una transformación energética inclusiva.

América Latina se suma a esta tendencia. Según IRENA y otras fuentes regionales, se prevé que la región generará unos nueve millones de empleos en actividades vinculadas a la transición energética, de los cuales alrededor de cinco millones estarán directamente relacionados con fuentes renovables. Países como Brasil, Chile, Colombia y México destacan como polos clave en el desarrollo de esta nueva economía baja en carbono.

En el caso particular de México, el potencial es igualmente significativo. Un estudio de Ember señala que la instalación proyectada de 46 gigawatts (GW) de capacidad solar y eólica generaría más de 434,000 empleos directos, tanto en la fase de construcción como en la operación de las plantas. Estos puestos de trabajo incluyen ingenieros, técnicos, especialistas en redes, mantenimiento, así como logística y transporte de equipos.

La generación de empleo en el sector renovable no sólo representa una respuesta concreta al cambio climático, sino también una vía de crecimiento para economías emergentes. La clave estará en diseñar políticas públicas, marcos regulatorios e incentivos financieros que aseguren una transición justa, con formación técnica y oportunidades en las regiones donde se instalen los nuevos proyectos.

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