Las 13 plantas de generación eléctrica que el Gobierno de México adquirió a Iberdrola resultaron determinantes para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cumpliera con el mandato constitucional de generar al menos el 54 por ciento de la energía eléctrica del país.
De acuerdo con Ramón Huereca Leyva, gerente de Control Regional Noreste del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), estas plantas, ahora administradas por el Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN) aportan el 14 por ciento de la energía inyectada a la red, equivalente a 29.3 TWh.
Durante su participación en el Congreso Internacional de Energía de Tamaulipas 2025, Ramón Huereca mencionó que, sin estas centrales, la CFE solo alcanzó a aportar 42 por ciento de la generación inyectada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) al corte del 31 de julio del 2025, por lo que continúa la estrategia para elevar este porcentaje.
“Si bien es cierto que CFE tiene una mayor participación en capacidad instalada, con un 51.5 por ciento (48 mil 873 MW de un total de 94 mil 974 MW), la generación efectiva que se inyectó fue de 42 por ciento. Esta distribución se busca incrementar”, explicó.
Tras la CFE, los principales aportantes de energía inyectada a la red nacional fueron:
- Productores Independientes de Energía (PIE): 17 % (34.8 TWh)
- Proyectos surgidos bajo la Ley de la Industria Eléctrica (LIE): 16 % (33 TWh)
- FONADIN las 13 plantas de Iberdrola: 14 % (29.3 TWh)
- Proyectos Legados de CFE: 11 % (21.6 TWh)
Huereca Leyva destacó que, aunque México cuenta con casi el doble de capacidad de generación respecto a su demanda máxima, esto no garantiza por sí solo un suministro confiable ni una transición efectiva hacia energías limpias. Recordó que una parte importante de las centrales es obsoleta y deberá ser sustituida progresivamente, especialmente las más contaminantes.
El funcionario recordó que el 21 de junio de 2023 el sistema eléctrico registró una demanda máxima instantánea de 53 mil 702 MW, un salto del 10 por ciento respecto al año previo y muy por encima del crecimiento promedio histórico de entre 3 y 4 por ciento. Este fenómeno, calificado como atípico, obligó al sector eléctrico a tener mayor flexibilidad.
En contraste, el crecimiento de la demanda se moderó en 2024 (1.01 %) y se desaceleró aún más en 2025. Sin embargo, Huereca subrayó que las olas de calor de mayo de 2024 pusieron en evidencia las vulnerabilidades del sistema, cuando la reserva operativa cayó por debajo del 6 por ciento, límite crítico para la estabilidad del SEN.
El representante del CENACE mencionó que el Sistema Eléctrico Nacional debe entenderse como un “ente vivo”, donde el organismo equilibra segundo a segundo la generación y la demanda, coordina la planeación y operación de la red y administra el Mercado Eléctrico Mayorista.
A pesar de la capacidad instalada cercana a los 90 mil MW y una demanda máxima que ronda los 56 mil MW, el SEN enfrenta el desafío de modernizar su infraestructura y fortalecer su resiliencia ante eventos climáticos extremos.