Entre 2022 y 2023, la transición energética en México fue impulsada casi en su totalidad por el sector privado. De acuerdo con el estudio Panorama global de financiamiento en la transición energética 2025, elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), 95% de los recursos destinados a energías renovables en el país provinieron de inversionistas privados, mientras que la participación del sector público se limitó a solo 5%.
El informe detalla que, durante ese periodo, se canalizaron alrededor de mil 700 millones de dólares al desarrollo de energías limpias en México. Con esta cifra, el país se colocó en el tercer lugar de inversión en América Latina, por debajo de Argentina, que captó dos mil 100 millones de dólares, y muy lejos de Brasil, donde la inversión alcanzó los 23 mil 100 millones de dólares.
Irena señala que este bajo dinamismo estuvo relacionado con el contexto político y regulatorio que prevaleció entre 2022 y 2023, etapa marcada por contrarreformas impulsadas por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, las cuales provocaron una fuerte desaceleración de la inversión energética.
Entre las principales propuestas de ese sexenio destacó la intención de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) concentrara 53% de la generación eléctrica, además de modificaciones a los órganos reguladores y a los esquemas de permisos para que el sector privado pudiera desarrollar nueva capacidad de generación renovable.
No fue sino hasta este año cuando se publicaron nuevas reglas que permiten nuevamente la participación privada en la construcción de centrales eléctricas, lo que abre la puerta a una reactivación de la inversión en energías verdes.
Nuevos proyectos energéticos
En este contexto, la Secretaría de Energía anunció recientemente un paquete de 20 proyectos de generación y transmisión eléctrica que en conjunto representan una inversión de cuatro mil 752 millones de dólares.
El plan, presentado por la titular de la dependencia, Luz Elena González, durante la conferencia matutina del 18 de diciembre, contempla el desarrollo de infraestructura con una capacidad de tres mil 320 megawatts (MW) de generación y mil 488 MW de almacenamiento, con fechas de conclusión previstas entre 2026 y 2029.
Los proyectos se distribuirán en 11 entidades del país. De ellos, 15 corresponden a centrales de energía solar fotovoltaica, con una capacidad total de dos mil 471 MW, mientras que cinco serán parques eólicos, que aportarán 849 MW adicionales.
