Al rededor de 16 estados en EEUU en los que los votos no favorecieron a Donald Trump, los proyectos de energías limpias se encuentran en incertidumbre tras un recorte de presupuesto.
Las baterías y proyectos de tecnologías de hidrógeno corren peligro con la disminución de al menos 7,500 millones de dólares correspondientes a energías limpias, afectando principalmente a estados demócratas en los que la excandidata a la presidencia Kamala Harris se veía favorecida en votos.
Con la justificación de una falta de avance en los proyectos en las necesidades energéticas del país o el exceso de presupuesto económico, El Departamento de Energía mediante un comunicado no detalló sobre el poco funcionamiento de los proyectos, pero no especificó cuáles serían los recortes, pero si mencionaron que el financiamiento vendría de la Oficina de Demostraciones de Energía Limpia, la oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable.
Estimaciones de expertos, aseguran que los recortes afectarán a los esfuerzos por la captura de carbono, las mejoras en la red eléctrica, proyectos con tecnología de hidrógeno y plantas de baterías. Datos del departamento de Energía, calculan que un 26% de los subsidios estaba valuado en 3 mil 100 millones de dólares.
Estados como: Colorado, California, Delaware, Hawái, Maryland, Minessota, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Vermont y Washington; serán parte de los lugares con mayores afectaciones de presupuesto.
Russell Vought, encargado del presupuesto en la Casa Blanca, mencionó por medio de redes sociales que el dinero utilizado por la agenda climática de izquierda está siendo cancelado.
Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, se han paralizado plantas de energía eólica de alta mar en estados demócratas cerca de las costas. Impulsado la propuesta contraria de apoyar las energías fósiles, con minería de carbón, o facturación hidráulica, agregando la energía nuclear avanzada.
El mandatario destaca que el país va a duplicar su producción de electricidad para hacer frente a la enorme demanda energética de los centros de datos apoyados por la inteligencia artificial, como una de las mayores promesas de inversión en Estados Unidos.
