¿Por qué el mundo apuesta por el hidrógeno verde?
Mientras gobiernos y empresas buscan frenar el cambio climático, el hidrógeno verde emerge como solución versátil. Puede alimentar fábricas, mover camiones, almacenar energía renovable y generar empleos. Y lo más importante: no contamina.
Introducción: ¿qué es el hidrógeno verde y por qué es tan importante?
El hidrógeno verde se obtiene al separar las moléculas de agua (H₂O) usando electricidad proveniente de fuentes renovables, como la solar o la eólica. A diferencia del hidrógeno gris (hecho con gas natural), no emite dióxido de carbono ni otros contaminantes.
La Agencia Internacional de Energía (IEA) estima que para alcanzar la neutralidad climática en 2050, el hidrógeno limpio debe representar el 10% del consumo energético mundial. La carrera ya empezó.
Aplicaciones directas: ¿cómo afecta tu vida diaria?
Transporte pesado sin emisiones
Aunque los autos eléctricos ya están en las calles, el hidrógeno verde puede ser la solución para camiones de carga, trenes y barcos, donde las baterías convencionales son poco eficientes.
Empresas como Toyota, Airbus y Hyundai están invirtiendo miles de millones en vehículos a hidrógeno. Esto podría traducirse en reducción de costos logísticos y menos emisiones en ciudades y puertos.
Uso en el hogar e industria
El hidrógeno puede utilizarse para calefacción en zonas frías, como respaldo para sistemas solares o para descarbonizar industrias como el acero, el cemento o la petroquímica. En México, Cemex y Grupo México ya exploran proyectos piloto.
Avances globales y planes en Latinoamérica
Proyectos líderes en Europa y Asia
Alemania, España y Japón han definido hojas de ruta para producir y exportar hidrógeno verde. Arabia Saudita construye en NEOM el mayor hub del mundo. China lidera en volumen, aunque aún con mezcla de fuentes grises.
América Latina: Chile, Colombia y México
Chile espera convertirse en potencia exportadora al Asia-Pacífico. Colombia lanzó su hoja de ruta nacional. En México, los estados de Yucatán, Coahuila y Baja California ya alojan estudios de factibilidad apoyados por empresas como Siemens y Engie.
Retos por superar
Alto costo y necesidad de infraestructura
Hoy, el hidrógeno verde cuesta entre 5 y 7 dólares por kilogramo, mientras el gris cuesta 1 a 2 dólares. Pero con economías de escala y electrólisis más barata, se espera llegar a precios competitivos en esta década.
Además, se requiere construir electrolizadoras, redes de distribución y sistemas de almacenamiento seguros. Esto implica coordinación pública y privada.
Normativa, certificación y regulación
Aún no hay una norma internacional que certifique la pureza del hidrógeno verde. México deberá definir estándares de medición, incentivos fiscales y mecanismos de trazabilidad para evitar “greenwashing”.
¿Qué beneficios puede traerte?
Tarifas energéticas más estables
El hidrógeno, al ser almacenable, permite balancear la intermitencia de las renovables. Esto reduce la necesidad de energía de respaldo fósil y puede estabilizar tarifas eléctricas.
Empleos en sectores emergentes
Se estima que el hidrógeno verde puede crear más de 2 millones de empleos globales hacia 2030. México podría capturar parte de ese mercado si apuesta por formación técnica y vinculación industrial.
Energía limpia, real y urgente
El hidrógeno verde no es una moda, sino una herramienta concreta para descarbonizar sectores clave de la economía. Aunque los costos son altos hoy, los beneficios a mediano plazo son enormes: empleos, aire limpio, menor dependencia energética y nueva industria. La transición ya empezó. Y el momento de exigir políticas claras, inversiones inteligentes y resultados tangibles es ahora.
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