La infraestructura de carga privada para vehículos eléctricos (VE) e híbridos enchufables (PHEV) se han convertido en un elemento protagónico del avance de este mercado en el país.
Vistos como una alternativa para eficientar tiempo y capital, los puntos de carga en residencias, agencias vehiculares, espacios corporativos y zonas comerciales han tomado la delantera frente a los instalados en espacios públicos.
“Mucha gente está optando por un coche eléctrico, claro, para salvar el medio ambiente, pero también para ahorrar y no pagar tenencia, no verificar, circular en contingencias… Además hay un cambio de lógica, por ejemplo, los que optamos por tener un cargador en casa, es uno de los cambios más interesantes”, explica Eugenio Grandio, presidente de Electro Movilidad Asociación (EMA) y pionero de la movilidad eléctrica en México en entrevista con Petróleo & Energía.
Hasta el primer trimestre de 2025 se contabilizaron 47 mil 456 puntos de carga para VE y PHEV en México, más del 92%, es decir 43,942, fueron instalados con capital privado; en tanto que el sector público tiene tres mil 514 puntos disponibles, de acuerdo datos del reporte trimestral de EMA.
Además, el mercado de la movilidad eléctrica en México ha registrado un crecimiento acelerado durante los últimos meses. El reporte de EMA señala que durante los primeros tres meses del año se registro un aumento de 290% con ventas que pasaron de cinco mil 277 VE y PHEV en octubre, noviembre y diciembre de 2024 a 20 mil 560 a enero, febrero y marzo de 2025.
Estos cargadores domésticos suelen operar a 220 voltios y permiten cargar un vehículo en un lapso promedio de siete a ocho horas dependiendo del modelo y la capacidad de la batería. En la práctica, pocas veces se espera a que el auto esté completamente descargado.
El costo de instalar un cargador residencial depende principalmente de un factor: la distancia entre el medidor eléctrico y el lugar donde se encuentra el vehículo, explica Grandio.
Las empresas especializadas en la instalación de cargadores, como Conecta BIM, Evergo o Playbox, afiliadas a EMA, estiman que el costo promedio de instalación en México ronda entre los 14 mil y 15 mil pesos. Aun así, los precios pueden variar considerablemente según la complejidad del recorrido y los materiales requeridos.
“Las mismas marcas te dicen, «Oye, yo te regalo el cargador y te recomiendo estos instaladores», detalla el especialista en electromovilidad.
Pero los usuarios privados no son los más interesados en la integración de puntos de carga para este tipo de vehículos, de hecho son las empresas las que están enfocando su estrategia a este tipo de infraestructura.
“Bimbo o MercadoLibre que ya están transicionando a flotas de coches eléctricos. La carga privada involucra que tengas cargadores para tu flotilla. O, por ejemplo, eh Santander, que es miembro de nuestra asociación, ellos para los banqueros que trabajan en sus corporativos ya tienen cargadores en su oficina”, apunta Grandio.