A pesar de la escalada del conflicto entre Israel, Irán y ahora Estados Unidos, no existe hasta el momento evidencia concreta de que Irán posea armas nucleares, ni confirmación independiente sobre el nivel real de su programa atómico, apuntan especialistas en materia energetica consultados por Petróleo & Energía.
Sin embargo, los ataques directos a instalaciones nucleares han encendido las alertas de la comunidad internacional, no por un inminente uso de bombas atómicas, sino por el riesgo creciente de una liberación de material radiactivo que afecte a la población civil.
El 13 de junio, Israel inició una ofensiva contra instalaciones nucleares y militares iraníes, justificando la acción en la amenaza que representa el programa nuclear de Teherán. Al día siguiente, Estados Unidos se sumó a los ataques, afirmando que el objetivo es impedir que Irán logre desarrollar armamento nuclear.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dependencia técnica de la ONU, advirtió que las plantas nucleares no deben ser blanco de ataques militares bajo ninguna circunstancia, debido al potencial impacto devastador para la salud pública y el medio ambiente.
Las recientes ofensivas aéreas lanzadas por Israel —y respaldadas por Estados Unidos— han alcanzado puntos críticos como Natanz, Isfahán y Fordo, que albergan material nuclear enriquecido.
¿Qué tan cerca está Irán de una bomba?
Aunque Irán no dispone actualmente de armas nucleares, el avance de su programa genera inquietud. Según reportes del OIEA, el país ha logrado enriquecer 400 kilogramos de uranio al 60%, y bastaría alcanzar el 90% para que ese material pudiera ser usado con fines bélicos.
Gonzalo Monroy, especialista con 17 años de experiencia en el sector, explica que si bien el uranio está presente en la naturaleza, requiere un proceso altamente controlado para convertirse en una amenaza.
“El uranio natural tiene una concentración del 1 al 2%. Para uso eléctrico, se enriquece hasta un 30 o 40%, y para armas, se requiere un 90%. Hoy se dice que Irán está en 60%, pero no hay confirmación independiente de esto”, señala.
Más preocupante aún es la falta de trazabilidad del material. Monroy advierte que “al día de hoy, nadie sabe con certeza dónde está todo el uranio de Irán”, ya que se ha reportado su traslado a nuevas locaciones, sin verificación internacional disponible.
A esto se suma la incertidumbre sobre el arsenal real de Israel. Aunque nunca ha confirmado oficialmente tener armas nucleares, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) estima que el país posee al menos 90 ojivas.
¿Qué tan probable es el uso de armas nucleares?
Expertos internacionales coinciden en que el uso intencional de armas nucleares en este conflicto es poco probable, dado su altísimo costo político y militar. Sin embargo, el riesgo real radica en un accidente: que un ataque a una planta nuclear active la dispersión de materiales radiactivos.
Es decir, el peligro no está en la detonación de una bomba atómica, sino en la fragilidad del entorno nuclear en medio de una guerra.