El tercer trimestre de 2025 marcó un nuevo mínimo histórico para las exportaciones de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex), que cayeron a 556,978 barriles diarios, el nivel más bajo en 25 años, de acuerdo con el reporte trimestral de la empresa productiva del Estado.
El dato refleja el impacto de la política energética vigente, centrada en usar la producción nacional para cubrir la demanda interna, lo que ha reducido las exportaciones en 54% durante la última década y en 23% respecto al mismo trimestre de 2024. En comparación con 2018, la caída asciende a 53%.
En contraste, las importaciones de petrolíferos —principalmente gasolinas y diésel— también registraron una contracción significativa, al ubicarse en 545,714 barriles diarios, cifra cercana a los niveles alcanzados durante la pandemia de 2020.
Las compras de gasolina promediaron 326,118 barriles diarios, una disminución de 27% en diez años y 21% anual, mientras que las de diésel representaron 11% del total, con 64,965 barriles diarios, su nivel más bajo en seis años. En conjunto, las importaciones cayeron 59% en una década y 73% frente a 2018.
En términos de valor, las exportaciones de crudo generaron 3,184 millones de dólares, 31% menos que en 2024 y 45% por debajo del nivel de 2018. Las importaciones de petrolíferos sumaron 4,226 millones de dólares, lo que representa una disminución de 33% en un año y 47% frente a 2018.
Por el lado de la refinación, el Sistema Nacional de Refinación (SNR) alcanzó su nivel más alto desde 2015, con un promedio de 1.017 millones de barriles diarios procesados. Destacó el desempeño de la refinería Olmeca-Dos Bocas, que registró su récord histórico con 194,874 barriles diarios en septiembre, aunque el promedio nacional cayó 10% en el mismo mes, situándose en 949,772 barriles diarios.
Con este desempeño, Pemex reportó por primera vez en cuatro meses un procesamiento inferior al millón de barriles por día, mientras que la capacidad de refinación operativa nacional se mantiene en 48%.
De esta manera, el balance energético de la petrolera muestra una reducción simultánea de exportaciones e importaciones, con una mayor orientación hacia el consumo interno. Sin embargo, analistas advierten que, aunque la estrategia apunta a la autosuficiencia energética, la capacidad de refinación sigue siendo el principal desafío estructural para la empresa y para el país.