La presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado un plan de transformación para Petróleos Mexicanos (Pemex), con el objetivo de fortalecer la empresa y reducir su carga financiera, en un contexto donde la deuda supera los 404 mil millones de pesos.
En un evento reciente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó la importancia de la reestructuración de Pemex, que enfrenta serios desafíos financieros. La petrolera estatal ha sido una prioridad en su administración, y el plan busca una reorganización profunda con una visión a 15 años.
Durante su intervención, Sheinbaum afirmó: “Estamos trabajando en una transformación profunda de Pemex. En unas tres semanas presentaremos lo que este proceso significa”. Esta declaración subraya la intención del gobierno de abordar las problemáticas que enfrenta la empresa, que incluye la falta de pagos a proveedores y una carga financiera insostenible.
De acuerdo con el columnista de El Financiero, Atzayaelh Torres, el plan propuesto por Sheinbaum contempla la eliminación de áreas con funciones duplicadas en las subsidiarias de Pemex, así como la reorganización de varias de ellas y la creación de nuevas estructuras. El objetivo es convertir a Pemex en una empresa más eficiente y competitiva, capaz de generar recursos suficientes para cubrir sus adeudos.
La intervención de la presidenta se produce en un contexto donde Pemex recibió más de 1.1 billones de pesos en apoyos fiscales durante la administración anterior. A pesar de estos recursos, la empresa cerró su sexenio con una carga financiera significativa, incluyendo adeudos superiores a 6 mil millones de dólares con proveedores.
El plan de reestructuración afectará áreas clave como Administración y Servicios, Jurídica, Finanzas y Planeación, con recortes en direcciones y gerencias dentro de las subsidiarias. Además, Pemex Logística tomará un papel más central al concentrar funciones que antes estaban distribuidas, optimizando así su operación.
Un aspecto fundamental de la nueva estructura es la creación de la Dirección de Comercialización, que se encargará de centralizar y coordinar las ventas de todas las subsidiarias de Pemex. Esta medida busca mejorar la alineación entre las distintas unidades de negocio y corregir fallas operativas que han afectado el desempeño de la petrolera.
La estrategia de la CFE es vital para garantizar la sostenibilidad y la eficiencia de Pemex, y su éxito dependerá de la capacidad de la empresa para adaptarse a un entorno cambiante y cumplir con los compromisos establecidos. La transformación de Pemex no solo es esencial para su viabilidad, sino también para el futuro energético de México.
