La industria petroquímica mexicana enfrenta el desafío de reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO₂) mientras mantiene su competitividad. En 2025, la captura y uso de CO₂ (CCUS, por sus siglas en inglés) se posiciona como una estrategia clave para lograr una transición energética sostenible.
Proyectos piloto en marcha
Pemex lidera iniciativas de CCUS, destacando el proyecto piloto en el campo Cantarell, con una capacidad estimada de captura de 1.2 millones de toneladas anuales de CO₂. Este proyecto busca reducir la intensidad de emisiones en la producción de crudo y gas.
Además, se ha evaluado el impacto ambiental y social de un proyecto piloto de captura de CO₂ en Poza Rica, Veracruz, con el objetivo de identificar y mitigar posibles riesgos asociados a su implementación.
Oportunidades de inversión y beneficios fiscales
Los proyectos de CCUS en México ofrecen incentivos fiscales atractivos, como deducciones impositivas de hasta el 30% del monto invertido. Además, las empresas pueden obtener certificados de reducción de emisiones comercializables en mercados internacionales de carbono, mejorando su imagen corporativa y atrayendo inversión extranjera.
Colaboración institucional y avances tecnológicos
La Secretaría de Energía (SENER) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) han impulsado la implementación de tecnologías de captura, uso y almacenamiento de CO₂ en México, destacando la importancia de estas iniciativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la sostenibilidad en el sector energético.
Asimismo, la tecnología de captura y almacenamiento de carbono permite atrapar el CO₂ emitido durante el proceso de refinación antes de que llegue a la atmósfera, siendo almacenado en formaciones geológicas profundas o reutilizado en procesos industriales.
Hacia una petroquímica más sostenible
La captura y uso de CO₂ en la petroquímica mexicana representa una oportunidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar hacia una industria más sostenible. Los proyectos piloto en marcha, junto con los incentivos fiscales y la colaboración institucional, sientan las bases para una adopción más amplia de tecnologías de CCUS en el país.
Es fundamental continuar promoviendo la investigación, el desarrollo y la implementación de estas tecnologías, así como fortalecer la cooperación entre el sector público y privado, para lograr una transición energética que beneficie tanto al medio ambiente como a la economía nacional.
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