En la reunión de política monetaria del 15 de mayo de 2025, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió recortar la tasa de interés en 50 puntos base, dejándola en 8.50%. Esta fue la tercera reducción consecutiva de esta magnitud y se tomó de manera unánime.
A pesar del reciente repunte inflacionario, Banxico señaló que podría continuar con la calibración de la postura monetaria y considerar ajustes similares en el futuro. La inflación en México, según datos del Inegi, se ubicó en 4.22% hasta la primera quincena de mayo, superando el rango objetivo de 3.0% +/- 1 punto porcentual, por primera vez desde diciembre de 2024.
En las minutas de política monetaria se mencionó que el repunte de la inflación en los últimos tres meses no se está dando en un contexto en el que el proceso de formación de precios esté siendo afectado de manera generalizada y que las expectativas permanecen ancladas.
De tal manera que la Junta de Gobierno prevé alcanzar la meta de 3.0% en el tercer trimestre del próximo año y considera adecuado ajustar la tasa de referencia en 50pb para lograrlo, aunque la política monetaria continúa desarrollándose en un ambiente de elevada incertidumbre y volatilidad, por la dinamina del comercio internacional y desaceleración económica en Estados Unidos y China.
«Algunos indicadores de actividad sorprendieron a la baja, debido en parte a los efectos de la incertidumbre comercial en el nivel global», se mencionó en la minuta de la reunión de política monetaria. También se mencionó que la actividad económica global se expandió a un ritmo menor en el primer trimestre de 2025.
La economía de México se ha venido enfriando desde el año pasado y el balance de riesgos se mantiene sesgado a la baja por lo cual se puede presentar un estancamiento en 2025. De enero a marzo se presentó un avance marginal 0.2% trimestral, aumentando las apuestas de que el banco central seguirá recortando su tasa clave, pese a que la inflación repuntó y se ubicó fuera de la meta oficial.
Uno de los miembros de la Junta de Gobierno comentó que los cambios en la política arancelaria siguen generando incertidumbre para el futuro de la economía, pero no pueden ser determinantes en la decisión de política monetaria. En el contexto actual, lo relevante es observar la tendencia de la inflación subyacente porque su avance limitaría el espacio de reducción de la postura monetaria.