El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) concretó con éxito su primer cruce logístico de vehículos entre el Pacífico y el Golfo de México, consolidándose como una nueva ruta estratégica para el comercio internacional y fortaleciendo la conectividad entre Asia y Estados Unidos.
El hito se alcanzó a pesar de que el nuevo puerto exterior de Salina Cruz aún no ha sido concluido. La operación logística, que demuestra la viabilidad comercial del CIIT, involucró infraestructura ferroviaria, portuaria y marítima, integrando distintos nodos clave para el traslado eficiente de mercancías.
Así fue el primer cruce interoceánico en el Istmo
- 28 de marzo: El buque Glovis Cosmos arribó al puerto de Salina Cruz, Oaxaca, con 900 vehículos Hyundai procedentes de Asia.
- 30 de marzo: Los vehículos fueron embarcados en la Línea Z del ferrocarril interoceánico, que los trasladó por tierra hasta el Puerto de Coatzacoalcos, Veracruz.
- 2 de abril: El buque RCC África cargó los automóviles en el Muelle 5 de Coatzacoalcos, con destino final al puerto de Brunswick, Georgia, en Estados Unidos.
A pesar de las limitaciones operativas del actual puerto de Salina Cruz, el proceso se desarrolló sin contratiempos, lo que refuerza el potencial logístico del CIIT como alternativa estratégica al Canal de Panamá.
Proyecciones del CIIT: más cruces y más comercio
Juan Carlos Vera Minjares, director general del CIIT, confirmó que esta operación representa el primero de varios cruces ya programados, como parte de un modelo logístico regular.
La visión contempla la llegada de más embarques de vehículos a Salina Cruz, traslado por ferrocarril hasta Coatzacoalcos y posterior envío marítimo a Estados Unidos. Esta modalidad reducirá tiempos y costos, además de potenciar el desarrollo industrial y portuario del sureste mexicano.
Implicaciones para el sector energético y logístico
La operación exitosa del CIIT abre nuevas posibilidades para la industria logística, energética y manufacturera, al ofrecer una ruta eficiente para el transporte de mercancías con alto valor agregado. Además, impulsa el desarrollo regional, la inversión privada en infraestructura y la integración de cadenas de valor transcontinentales.
Con la entrada en operación plena del nuevo puerto exterior de Salina Cruz, se espera una mayor capacidad de carga, reducción de tiempos de tránsito y atracción de más inversiones en el sur-sureste del país.