México reducirá emisiones CO₂ 2030.- En mayo de 2025, México reafirmó su compromiso climático al actualizar su Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC). La meta principal es reducir 140 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO₂) antes del año 2030. Esto representa una disminución del 35 % respecto a los niveles actuales, estimados en 758 millones de toneladas anuales.
Esta estrategia busca posicionar a México como un líder regional en la lucha contra el cambio climático. Esto ocurre en el contexto de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Brasil.
Pilares de la Estrategia Nacional de Cambio Climático
La ENCC se fundamenta en una serie de medidas transversales que abarcan diversos sectores:
Energías renovables: Impulso a proyectos de generación eléctrica a partir de fuentes limpias, como la solar y la eólica.
Reforestación y conservación: Restauración de 100,000 hectáreas de bosques y 80,000 hectáreas de manglares para aumentar la captura de carbono.
Economía circular: Promoción de prácticas que reduzcan, reutilicen y reciclen residuos, convirtiéndolos en fuentes de energía.
Descarbonización del transporte: Fomento de la electromovilidad y mejora de la eficiencia energética en el sector transporte.
Estas acciones están alineadas con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Forman parte del compromiso de México en el marco del Acuerdo de París para combatir el cambio climático global.
México y los Desafíos en el sector energético
México ha definido metas para reducir las emisiones del sector energético. Pero aún enfrenta varios retos importantes para lograrlo. En 2023, el 75.67 % de la energía del país provino de combustibles fósiles. Solo el 24.33 % fue renovable. Esta fuerte dependencia de fuentes fósiles limita el avance hacia una matriz energética más limpia y sostenible. Además, la red de transmisión eléctrica necesita mejoras. Hoy no puede integrar de forma eficiente la energía renovable disponible. La falta de infraestructura adecuada retrasa la transición energética y aumenta los costos de distribución y operación.
Otro problema clave es la baja inversión pública. Entre 2018 y 2023, la CFE aportó solo el 7.5 % de la nueva capacidad. Esto hace difícil alcanzar la meta de que el 54 % de la generación eléctrica esté en manos del Estado para 2030.
También persisten proyectos fósiles. Muchas plantas termoeléctricas siguen operando y recibiendo apoyo. La presencia de Pemex en el sector energético genera dudas sobre el compromiso real con las metas climáticas.
Estas contradicciones entre discurso y acción dificultan una transición coherente hacia un modelo más limpio y moderno.
Oportunidades y acciones complementarias
Para superar estos desafíos, se han identificado varias oportunidades y acciones complementarias:
Normativa vehicular:
La implementación de la NOM 163, que regula las emisiones de CO₂ en vehículos ligeros, podría reducir hasta 20 millones de toneladas de CO₂ para 2030.
Colaboración internacional:
El apoyo de países como Estados Unidos puede facilitar la movilización de recursos para acelerar la transición a energías limpias.
Innovación tecnológica:
Eventos como el Día de la Innovación de Iberdrola México destacan la importancia de la investigación y el desarrollo en energías renovables y sostenibilidad.
La necesidad de una implementación efectiva
La ENCC ofrece un plan claro para reducir emisiones. Pero su éxito depende de una buena implementación, con acciones coordinadas y efectivas.
Primero, se necesita coordinación entre instituciones. Las agencias del gobierno deben trabajar juntas para evitar duplicidades y mejorar resultados. Si cada entidad actúa por separado, los recursos se desperdician y las metas se vuelven más difíciles de alcanzar.
También es esencial contar con buen financiamiento. Sin inversión en infraestructura y tecnología, no se podrán lograr los objetivos climáticos. Se requieren recursos suficientes para modernizar la red eléctrica y apoyar proyectos renovables en todo el país.
Otro elemento clave es el sector privado. Su participación puede acelerar el desarrollo de energías limpias y soluciones eficientes. El gobierno debe crear incentivos que motiven a las empresas a invertir en proyectos sostenibles.
Sin este apoyo, será muy difícil avanzar al ritmo necesario para cumplir los compromisos climáticos de México.
México: Perspectivas hacia 2030
México enfrenta un momento decisivo en su lucha contra el cambio climático. La ENCC es un paso importante, pero no basta. Su éxito dependerá del compromiso político, del financiamiento y de la participación de todos los sectores. Gobierno, empresas y sociedad civil deben actuar juntos. Con un plan sólido y acciones reales, México puede liderar la transición ecológica en América Latina y cumplir sus metas globales.
Te invitamos a leer: