Omar García Harfuch: Lo humano detrás del uniforme

¿Quién es este hombre que ha estado en el centro de operaciones de alto nivel? ¿Cómo ha llegado hasta donde está? ¿Qué lo ha llevado a enfrentarse cara a cara con el peligro?

Hace 4 horas
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Omar García Harfuch _ Huachicol
Omar García Harfuch _ Huachicol

Omar Hamid García Harfuch nació el 25 de febrero de 1982, en Cuernavaca, Morelos.

Su padre, Javier García Paniagua, fue político del PRI y ocupó cargos importantes en instituciones de seguridad. Su madre es la reconocida actriz María Sorté.

Por el lado paterno, su abuelo fue Marcelino García Barragán, un militar que se desempeñó como Secretario de la Defensa Nacional. La seguridad y la política han sido parte de su vida desde el principio.

Desde joven, Omar mostró interés por el tema de la seguridad. Estudió Derecho en la Universidad Continental y Seguridad Pública en la Universidad del Valle de México.

Además, se preparó en el extranjero: tomó cursos en Harvard, en el FBI y en la DEA. Desde el inicio, se enfocó en combatir el crimen con preparación y estrategia.

Ingresó a la Policía Federal alrededor de 2008. Allí ocupó cargos relacionados con inteligencia, prevención del delito y coordinación estatal.

Con el tiempo, fue ascendiendo hasta convertirse en comisario general y jefe de la División de Investigación. En 2016, fue nombrado Director de la Agencia de Investigación Criminal.

Durante su carrera, ha participado en operativos clave. Capturas de líderes de organizaciones como La Unión Tepito o la Anti-Unión, así como figuras del Cártel de Sinaloa como Dámaso López Núñez, alias «El Licenciado».

También fue parte de la localización y detención de exgobernadores como Javier Duarte y Roberto Borge.

Pero una de las áreas donde su presencia ha sido más significativa es en el combate al huachicol. El robo y tráfico ilegal de combustible ha sido uno de los negocios más lucrativos del crimen organizado.

Bajo su mando, se ha reforzado la inteligencia operativa, se han hecho intervenciones coordinadas con otras instituciones y se ha atacado directamente la estructura financiera de los grupos responsables.

Una historia clave en su vida ocurrió el 26 de junio de 2020. Esa mañana, mientras circulaba por Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, fue víctima de un atentado.

El ataque fue violento, directo y planeado con precisión. Se usaron rifles de asalto, granadas y se dispararon cientos de veces. Fue atribuido al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Harfuch recibió tres impactos de bala. Dos de sus escoltas murieron. También perdió la vida una mujer civil que pasaba por el lugar.

A pesar de las heridas, sobrevivió. Y días después, volvió al cargo.

En entrevistas posteriores, reconoció que había recibido amenazas, pero no imaginó un ataque de esa magnitud. Lo más importante para él, dijo, fue la reacción rápida de su equipo y el apoyo que recibió.

Tras el atentado, su enfoque no fue la venganza, sino mejorar los protocolos de seguridad, reforzar la coordinación entre cuerpos policiales y seguir con firmeza la lucha contra el crimen.

Ahora su responsabilidad es nacional. Coordinar estrategias, trabajar con policías estatales y municipales, enfrentar al crimen organizado y también, seguir combatiendo el huachicol.

Un delito que, aunque muchas veces no ocupa los titulares, sigue afectando la economía, la seguridad y el tejido social del país.

El robo de combustible, o huachicol, ha sido uno de los delitos más persistentes y dañinos del país.

No solo representa pérdidas multimillonarias, también fortalece a grupos criminales, corrompe autoridades y pone en riesgo a comunidades enteras.

El enfoque de Harfuch ha sido claro: inteligencia, tecnología, coordinación interinstitucional y depuración interna. Atacar la red completa, no solo a los operadores menores.

Ahora bien, ahora te contamos algunos de los logros destacados de Omar García Harfuch contra el huachicol:

El robo de combustible no es solo un delito económico. Es una red de complicidades que abarca desde empleados internos hasta grupos armados, pasando por empresarios y servidores públicos. Harfuch ha sido pieza clave en un nuevo enfoque: atacar no solo a los que ordeñan ductos, sino a quienes controlan la cadena de distribución, lavado de dinero y protección política.

Durante su gestión se han logrado aseguramientos históricos. En julio de 2025, se decomisaron más de quince millones de litros de hidrocarburo robado en Coahuila, el mayor aseguramiento hasta la fecha, con 129 carrotanques confiscados. En el mismo mes, se logró detener a 23 personas y recuperar más de ocho millones de litros de combustible en diferentes entidades, además de incautar tractocamiones, autotanques y contenedores.

También se desmanteló una red criminal que operaba entre Ciudad de México, Estado de México, Querétaro e Hidalgo. En ese operativo se detuvieron a 32 personas, se aseguraron 12 inmuebles y se incautaron más de 16 millones de pesos en efectivo, además de vehículos y armamento. En Tabasco, fueron asegurados un millón y medio de litros de hidrocarburo junto con maquinaria para procesar crudo robado y más de 1,500 cubitanques. Y en Tampico, se logró detener a empresarios y funcionarios públicos ligados al robo y comercializaciónde más de diez millones de litros de combustible.

Estos logros han ido acompañados de una política de depuración interna. En mayo de 2025, luego del arresto de 11 elementos de la Guardia Nacional implicados en huachicoleo en Guanajuato, Harfuch defendió públicamente a los más de 133 mil miembros de la institución y anunció controles más estrictos para evitar que unos pocos dañen la credibilidad de toda la corporación.

Hasta septiembre de 2025, los resultados hablan por sí solos: más de 30 millones de litros de combustible robado recuperados, al menos cuatro redes criminales desmanteladas, más de 70 detenidos y una nueva etapa de cooperación entre Pemex, Sedena, Marina, Guardia Nacional y fiscalías estatales.

Omar García Harfuch ha demostrado que para enfrentar un delito tan complejo como el huachicol, no basta con poner más patrullas o custodiar ductos. Se necesita inteligencia, análisis financiero, voluntad política y una convicción firme de que nadie está porencima de la ley, sin importar el uniforme que porte o el cargo que ostente.

Su historia no es solo la de un funcionario que sobrevivió a un atentado. Es la de un hombre que decidió seguir adelante, resistir,
coordinar y transformar desde dentro una de las estructuras más difíciles del país: la seguridad pública.

Para enfrentar esto, Harfuch ha apostado por inteligencia, colaboración entre fuerzas y una política de cero tolerancia a la corrupción. Sabe que esta lucha no se gana solo con presencia militar, sino con estrategia, limpieza institucional y trabajo constante.

Omar García Harfuch no es un personaje ajeno al riesgo. Ha vivido el peligro de cerca. Pero también ha mostrado una mezcla de disciplina, conocimiento y temple.

Su historia nos recuerda que detrás de cada operativo, hay decisiones humanas. Y detrás de cada uniforme, hay una historia personal.

Hasta aquí este recorrido por la vida de Omar García Harfuch. Su origen, su educación, su carrera, el atentado y su rol actual en el combate al crimen.

Si esta historia te pareció interesante, compártela, déjanos tu opinión y no te pierdas los próximos episodios de Lo humano detrás del uniforme.

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Valeria Voraz

Valeria Voraz

Lic. en Ciencias de la Comunicación, especialista en branding, periodismo cultural y deportivo. Reportera creativa, experta en marketing digital, amante del deporte y puma de corazón.

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