Desde Ciudad del Carmen, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que Petróleos Mexicanos (Pemex) ha realizado pagos por $147,000 millones a sus proveedores, equivalentes al 36%de los adeudos totales, que ascendían sumaban $404,000 millones al cierre del primer trimestre de 2025, según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El anuncio forma parte de una estrategia conjunta entre Hacienda, Pemex y la Secretaría de Energía (Sener) para evitar una crisis de liquidez en Pemex y asegurar la continuidad operativa en el segundo semestre del año.
La mandataria aseguró que “no se detendrá ninguna operación de Pemex” y que existe un “plan resuelto” para normalizar los pagos a partir de julio. ya pronto la vamos a informar, de todo lo que tiene que ver con las finanzas de Pemex. “Ya hay plan, ya está resuelto y se van a empezar a normalizar también todos los pagos a proveedores, a partir del próximo mes; para que lo sepan todos los pequeños proveedores de Ciudad del Carmen que todavía tienen algunas necesidades del pago a proveedores de Pemex”, dijo Sheinbaum.
La declaración llega en un momento crucial, tras las alertas emitidas por la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC), que advirtió sobre la posibilidad de paros técnicos y suspensión de servicios si el rezago en los pagos persistía más allá de junio.
Durante los últimos meses, diversas firmas contratistas y proveedoras reportaron dificultades para mantener operaciones ante la falta de liquidez, especialmente en regiones clave como Campeche, Tabasco y Veracruz. De acuerdo con reportes de AMESPAC y medios especializados, más de 1,399 proveedores aún no habían recibido pagos completos al cierre de mayo, generando preocupación en el sector energético y financiero.
El impacto de esta deuda va más allá de Pemex: afecta directamente a la cadena de valor energética, a miles de empleos especializados y a la ejecución de proyectos prioritarios de exploración y producción, especialmente en aguas someras y campos terrestres. Un estancamiento en esta área no sólo pondría en riesgo las metas de producción —que según datos de Pemex, oscilan en 1.83 millones de barriles diarios en 2025—, sino que también agravaría los retos fiscales del gobierno federal, dada la importancia de Pemex como fuente de ingresos presupuestales.
El reto ahora es pasar del anuncio a la ejecución efectiva, asegurando que los pagos fluyan con regularidad y que las empresas proveedoras puedan seguir operando sin interrupciones. Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha declarado que se están revisando mecanismos de financiamiento y garantías para acelerar el proceso.
En las próximas semanas, será clave monitorear si el plan anunciado realmente permite estabilizar las operaciones de Pemex y evitar un efecto dominó en uno de los sectores más estratégicos para la economía nacional. Por ahora, la promesa está hecha: “no habrá paro petrolero en julio. El tiempo dirá si el compromiso se traduce en certeza para los proveedores y resultados para el país.