La manufactura verde en México se ha convertido en un tema central en la conversación industrial y económica del país. El nearshoring, fenómeno que acerca la producción a los mercados de consumo más importantes, especialmente Estados Unidos, abre una ventana histórica de oportunidades. Sin embargo, atraer inversiones no basta: las cadenas de suministro internacionales demandan procesos industriales bajos en carbono, energías limpias y certificaciones ambientales.
En este primer artículo de la serie exploraremos cómo el país transita de un modelo basado en ventajas geográficas hacia una estrategia de competitividad sustentada en sostenibilidad y descarbonización.
La manufactura verde: un nuevo estándar industrial
La manufactura verde no se limita a producir con menor consumo de energía; implica un rediseño completo de procesos, integración de tecnologías limpias y compromiso con objetivos climáticos. Sus elementos clave son:
- Uso de energías renovables como solar, eólica o hidroeléctrica.
- Eficiencia energética mediante digitalización y automatización.
- Reducción de emisiones de carbono en toda la cadena de valor.
- Economía circular, con reciclaje de materiales y menor generación de residuos.
México, con su base exportadora, enfrenta una presión particular: cumplir con estándares internacionales como los fijados por la Unión Europea o Estados Unidos, donde los consumidores y reguladores exigen productos con menor huella ambiental.
Nearshoring: oportunidad histórica para México
Desde 2022, el nearshoring ha posicionado a México como un polo estratégico para la relocalización de inversiones. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, junto con la necesidad de cadenas de suministro más resilientes, han impulsado que empresas multinacionales muden operaciones al país.
Datos de la Secretaría de Economía indican que entre 2022 y 2025 se anunciaron más de 400 proyectos de inversión extranjera directa, especialmente en sectores de automotriz, aeroespacial, electrónico y dispositivos médicos. Estas industrias, altamente integradas a cadenas globales, enfrentan exigencias crecientes de reducción de emisiones.
El reto es claro: no basta con estar cerca del mercado estadounidense; ahora, la permanencia y competitividad dependerán de la capacidad de ofrecer una producción limpia y sostenible.
Sectores estratégicos en transformación
La manufactura verde en México ya no es un concepto aspiracional. Sectores clave han comenzado a transformarse:
Automotriz y electromovilidad
Las armadoras instaladas en México se alinean a la transición hacia vehículos eléctricos. Empresas como General Motors y BMW ya operan plantas con contratos de suministro de energía renovable y programas de descarbonización de procesos.
Electrónica y semiconductores
La cadena electrónica enfrenta presiones por la huella energética de la producción. Los grandes fabricantes están incorporando energía solar y prácticas de eficiencia en parques industriales de Jalisco y Nuevo León.
Aeroespacial
El clúster aeroespacial en Querétaro impulsa la certificación ambiental de procesos, requisito indispensable para integrarse a cadenas de Airbus y Boeing, comprometidas con emisiones netas cero hacia 2050.
Factores que impulsan la manufactura verde
El avance de la manufactura verde en México responde a una combinación de factores:
- Exigencias internacionales: acuerdos comerciales como el T-MEC incluyen capítulos sobre medio ambiente que presionan a México a elevar estándares.
- Competencia global: países como Vietnam o Polonia ofrecen manufactura sostenible con incentivos claros; México debe responder para no perder terreno.
- Demanda de consumidores: cada vez más marcas buscan demostrar trazabilidad de carbono en sus productos.
- Compromisos corporativos: las multinacionales instaladas en México tienen metas propias de neutralidad climática que deben cumplir en todos sus eslabones de producción.
Breve panorama de la inversión en energías limpias
Para sustentar la manufactura verde, México requiere mayor capacidad de generación renovable. Según expertos, la demanda eléctrica industrial crecerá más de 25% hacia 2030. Si bien existen proyectos solares y eólicos en el norte y el Bajío, los desafíos en infraestructura de transmisión limitan su alcance.
No obstante, cada vez más empresas recurren a contratos de suministro renovable (PPAs) para garantizar electricidad limpia, lo que se ha vuelto un diferenciador clave en el contexto del nearshoring.
Del atractivo geográfico al valor sostenible
El nearshoring ha colocado a México en el radar global de la manufactura, pero la verdadera ventaja competitiva no se sostendrá solo con la proximidad a Estados Unidos. La clave será transitar hacia una manufactura verde, capaz de cumplir con los estándares ambientales de las cadenas de suministro y garantizar que la inversión extranjera se convierta en un motor sostenible de desarrollo industrial.
En las próximas entregas de esta serie analizaremos los retos estructurales de la descarbonización industrial y las estrategias que ya están adoptando las empresas en México para consolidarse como referentes en sostenibilidad.
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