Una transformación necesaria: la ruta verde de última milla
Frente a los retos de la urbanización acelerada, la contaminación atmosférica y las exigencias del comercio electrónico, la ruta verde de última milla se posiciona como eje estratégico para redefinir el transporte urbano. Esta nueva lógica logística integra vehículos eléctricos (EVs), bicicletas eléctricas (e-bikes) y micro-hubs urbanos, con el objetivo de reducir emisiones, mejorar la eficiencia de entrega y descongestionar las ciudades.
Empresas como Amazon, DHL y Mercado Libre ya han incorporado soluciones de este tipo en grandes urbes latinoamericanas, como Ciudad de México, Bogotá y São Paulo. En paralelo, gobiernos municipales ajustan sus normativas para facilitar zonas de baja emisión y promover esta transición.
EVs y e-bikes: aliados clave del reparto urbano sostenible
La expansión de vehículos eléctricos y e-bikes ha sido una respuesta directa al impacto ambiental del transporte de mercancías en zonas urbanas densas. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA), el 60% del transporte urbano contribuye al 20% de las emisiones de CO₂ en ciudades globales.
Las bicicletas eléctricas han ganado terreno como opción eficiente, accesible y no contaminante. Empresas como UrbanX y CargoBike ofrecen soluciones específicas para carga ligera en centros históricos o zonas de difícil acceso vehicular.
En paralelo, las flotas de vehículos eléctricos comerciales crecen con rapidez. En 2024, DHL anunció que su flota en América Latina sería 80% eléctrica para 2026. Esto incluye furgonetas ligeras diseñadas para la última milla, con rangos de autonomía de hasta 200 km diarios, suficientes para coberturas metropolitanas.
La electromovilidad logística no solo reduce emisiones, sino que optimiza costos a mediano plazo al eliminar el gasto en combustibles fósiles, cuya volatilidad afecta cada vez más a la cadena de suministro.
Micro-hubs urbanos: infraestructura descentralizada para una logística de precisión
Los micro-hubs logísticos son pequeños centros de distribución instalados estratégicamente dentro de zonas urbanas, desde donde se realizan entregas de última milla utilizando modos de transporte liviano y sostenible. Su función es reducir distancias de reparto, agilizar tiempos y disminuir el tránsito vehicular pesado en áreas congestionadas.
Según un estudio de McKinsey (2023), el uso de micro-hubs podría reducir en un 25% el tráfico logístico en zonas metropolitanas, mientras que los costos operativos bajarían un 17% en promedio.
En ciudades como Madrid, Ámsterdam o Medellín, estos espacios se integran en estacionamientos subutilizados, estaciones de metro o espacios públicos reconfigurados mediante asociaciones público-privadas.
Desafíos técnicos y normativos persisten: se requiere infraestructura de carga eléctrica, normativas flexibles para distribución nocturna, y un marco legal que permita la ocupación temporal del espacio público.
Proyectos en marcha y desafíos de largo plazo
El avance hacia una ruta verde de última milla está lleno de iniciativas piloto y programas institucionales. En Ciudad de México, el programa “Logística Sostenible CDMX” incluye incentivos fiscales y permisos preferenciales para flotas limpias. En Berlín, UPS opera con micro-hubs combinados con bicicletas eléctricas para entregas de paquetes medianos.
Sin embargo, el crecimiento de estas soluciones enfrenta barreras estructurales:
- Falta de inversión en infraestructura de carga eléctrica
- Normativas municipales poco adaptadas a la nueva logística
- Coordinación deficiente entre empresas y gobiernos locales
- Desigualdad tecnológica entre grandes operadores y pymes
Además, existe la necesidad de formación laboral especializada en gestión de flotas eléctricas, mantenimiento de e-bikes y administración de micro-hubs.
Claves para acelerar la transición logística verde
- Incentivos económicos y fiscales a empresas que electrifiquen sus flotas
- Reglamentos urbanos que prioricen zonas libres de emisiones
- Infraestructura de carga rápida en micro-hubs estratégicos
- Integración de datos y geolocalización para rutas óptimas
- Capacitación técnica para nuevos perfiles logísticos urbanos
El nuevo paradigma de la logística urbana
Más que una simple innovación tecnológica, la ruta verde de última milla representa un cambio estructural en la forma en que las ciudades se abastecen y se mueven. Implica cooperación intersectorial, planificación urbana inteligente y ciudadanía consciente. En un mundo donde el e-commerce seguirá creciendo —se estima un 56% más de entregas urbanas para 2030, según el Foro Económico Mundial—, dejar la logística urbana en manos de camiones a diésel ya no es opción.
Logística inteligente para ciudades habitables
La adopción de soluciones como EVs, e-bikes y micro-hubs no debe verse como una moda o una respuesta parcial, sino como una estrategia integrada para garantizar calidad de vida urbana, competitividad económica y resiliencia climática. Si las ciudades del futuro serán densas, conectadas y sostenibles, la logística de última milla también debe serlo.
Invertir hoy en infraestructura verde para el reparto urbano es, en realidad, una inversión en el derecho a respirar aire limpio, movernos sin estrés y vivir en ciudades donde la tecnología esté al servicio de la eficiencia… y de las personas.
Te invito a leer:
Electrificación del transporte redefine la demanda de petróleo